Posgrados virtuales en Colombia crecen más de 25%

Bogotá, noviembre de 2025. - La educación superior virtual en Colombia atraviesa una etapa de consolidación, marcada por la expansión de programas de posgrado. Según el más reciente informe del mercado educativo elaborado por HEP (High Education Partners), con base en datos del SNIES 2024-2, las maestrías virtuales crecieron un 26,7% y las especializaciones un 25,3%, posicionando este nivel de formación como el de mayor dinamismo dentro del sistema educativo digital del país. Esta tendencia responde a un cambio estructural en las preferencias de los estudiantes, quienes buscan programas flexibles, especializados y con enfoque práctico, que les permitan desarrollar habilidades de liderazgo y gestión sin interrumpir su vida laboral. Programas como Gestión Humana, Seguridad y Salud en el Trabajo y Gestión de Redes de Valor y Logística de la Universidad Piloto de Colombia registran avances significativos, impulsados por la digitalización de los procesos empresariales y la búsqueda de nuevos modelos de productividad. En línea con este contexto, la institución ha fortalecido su portafolio de posgrados virtuales alineados con las necesidades del entorno corporativo, al registrar un crecimiento del 16,2% en nuevas matrículas durante 2024. Este resultado evidencia la solidez de su modelo de formación virtual y su capacidad de adaptación a las nuevas dinámicas del aprendizaje digital. “El crecimiento sostenido de los posgrados virtuales evidencia que los profesionales colombianos están optando por la actualización continua como vía para mantenerse competitivos. La virtualidad ya no es una alternativa, sino una plataforma consolidada de aprendizaje avanzado”, señala Juanita Bernal, CEO de HEP. De acuerdo con el estudio, la expansión de la formación avanzada confirma que la educación virtual se ha convertido en un componente estratégico del desarrollo profesional en Colombia. Según el informe, el mercado de educación virtual en el país ha alcanzado más de 600.000 estudiantes matriculados, confirmando que la digitalización de la enseñanza superior ya no es una tendencia, sino una transformación estructural educativa.