Bogotá,Colombia. El 1° de mayo, Día Internacional del Trabajo, algunos líderes y
lideresas sindicales vinculados a organizaciones de trabajadores del sector
energético en Colombia alzan su voz para exigir una transición energética que no
solo sea sostenible, sino también justa y participativa. Frente a la urgencia climática
y los desafíos económicos, las organizaciones de trabajadores reafirman su
compromiso con la construcción de un futuro donde el empleo digno y la
sostenibilidad ambiental vayan de la mano.
Colombia avanza hacia la transición energética, un paso necesario para enfrentar la
crisis climática global. Sin embargo, este cambio no puede ser únicamente
tecnológico: para ser verdaderamente transformador debe priorizar la protección de
los derechos laborales y garantizar oportunidades tangibles para las y los
trabajadores de sectores como el carbón, el petróleo y en general de la energía
convencional.
Desde los sectores de la generación eléctrica, el petróleo y el carbón, líderes
sindicales como Rafael Betancourt (SINTRAELECOL) advierten que aunque existen
enormes oportunidades de reconversión laboral con la transición energética,
también persisten graves riesgos de pérdida de empleos, cierres de empresas y
desigualdad social si no se establecen políticas claras y participativas: “Vemos
oportunidades de recambio y reivindicación laboral, pero la falta de una hoja de ruta
clara puede generar incertidumbre y profundizar la precariedad en sectores ya
vulnerables”, explica Betancourt.
Los retos son grandes. Según estos actores se estima que cerca de 40.000
empleos directos podrían perderse en los sectores tradicionales, mientras que la
transición podría generar unos 120.000 nuevos puestos de trabajo en áreas como la
energía solar, eólica y geotérmica. No obstante, la falta de programas de formación
para el trabajo técnico en energía renovable y el riesgo de dejar atrás a las
comunidades rurales más vulnerables son preocupaciones reales que los sindicatos
llevan años denunciando.
Desde Sintraelecol (Sindicato de los trabajadores de la energía de Colombia) y
Sintracarbón (Sindicato de los trabajadores de la industria del carbón) los sindicatos
trabajan para impulsar acuerdos sectoriales que garanticen derechos laborales,
salarios dignos y formación técnica ambiental continua. Iniciativas como la creación
del Centro de Innovación e Investigación para el Desarrollo Justo del Sector Minero
Energético de Colombia (CIPAME), o el Diplomado para la Transición Energética
Justa junto a la Universidad Industrial de Santander (UIS) son ejemplo del
compromiso sindical.
Por otro lado, Coomustier, una cooperativa líder en transición energética y
reconversión laboral en Colombia, percibe la transición energética como una
oportunidad crucial para reconvertir las capacidades laborales y avanzar hacia
modelos de empleo sostenible, pero también como un proceso lleno de riesgos si no
se establecen políticas públicas claras. La falta de programas de formación, la
ausencia de garantías laborales en cierres de proyectos minero-energéticos y el
riesgo de profundizar la desigualdad social son preocupaciones urgentes.
La Voz de los Trabajadores: Propuestas Concretas
Diferentes líderes sindicales y organizaciones de trabajadores se han planteado
propuestas que incluyen:
● Mesas de diálogo tripartitas entre gobierno, empresas y trabajadores.
● Programas de capacitación técnica en energías renovables, infraestructura
verde y servicios ecosistémicos.
● Fondos específicos para financiar la reconversión laboral y el emprendimiento
local.
● Asegurar la participación de comunidades y organizaciones sociales en el
diseño de políticas públicas.
Acompañando este proceso, el proyecto Renova-Acción, impulsado por
Movilizatorio, coopera con sindicatos y comunidades en la construcción de nuevas
narrativas para facilitar espacios de diálogo que respalden la transición justa y
responsable. Renova-Acción está abriendo oportunidades para que los trabajadores
compartan sus preocupaciones y diseñen propuestas concretas, al demostrar que
los sindicatos no solo quieren ser parte del tránsito a la sostenibilidad, sino liderarlo.
En el Día del Trabajo, los trabajadores citados envían un mensaje claro: es posible
y necesario construir un modelo de transición energética que no sacrifique
derechos laborales, sino que los fortalezca, demostrando que lo ambiental y la
dignidad laboral pueden ir de la mano.