Bogotá, 08 mayo de 2025. La insuficiencia venosa crónica (IVC) se ha convertido en una
problemática de salud pública en Colombia, afectando significativamente la calidad de vida de miles
de personas. De acuerdo con estudios epidemiológicos, la prevalencia de esta condición oscila entre
el 25% y el 50% en la población adulta, siendo más frecuente en mujeres y en personas con factores
de riesgo como la obesidad, el sedentarismo y la bipedestación prolongada.
Investigaciones sobre personal de salud en Colombia han identificado una prevalencia de
desórdenes venosos crónicos entre el 8% y el 86,7%, dependiendo de la ocupación y el tiempo de
permanencia en pie. Un elemento común de esta condición es que la insuficiencia venosa crónica se
acentúa con la edad. En personas mayores de 50 años se observa hasta un 50% de prevalencia.
Igualmente, el 40% de las mujeres tiene várices a los 40 años, y el 40% de los hombres, a los 60
años.
Por otro lado, además de las afecciones físicas, la insuficiencia venosa crónica tiene una carga
importante en el aspecto emocional. Un estudio realizado en cinco países (Brasil, China, República
Checa, Italia y Rusia) concluyó que 25% de los pacientes encuestados indicaron tener un sueño
alterado como consecuencia de calambres o sensación de hormigueo persistente que se agudizaba
en la noche. El resultado: efectos negativos en las vidas de las personas y sus relaciones, su trabajo
y actividades diarias.
Factores de riesgo y señales de alerta
La insuficiencia venosa crónica es una enfermedad progresiva que, si no se detecta y trata a tiempo,
puede derivar en complicaciones graves. Sus síntomas más comunes incluyen una sensación
constante de pesadez y cansancio en las piernas, hinchazón en tobillos y pies, especialmente al final
del día, y la aparición de venas varicosas visibles. También pueden presentarse calambres
nocturnos, dolor y cambios en la coloración de la piel, que adquiere un tono marrón debido a la
acumulación de pigmentos. En etapas avanzadas, la enfermedad puede provocar úlceras venosas,
lesiones difíciles de cicatrizar que afectan la calidad de vida del paciente.
La insuficiencia venosa crónica puede ser causada por diversos factores de riesgo que dificultan el
retorno sanguíneo:
El envejecimiento debilita las válvulas venosas, mientras que las mujeres tienen mayor riesgo
debido a cambios hormonales.
La obesidad, el sedentarismo y la permanencia prolongada en una misma posición afectan la
circulación.
Los antecedentes familiares aumentan la predisposición y el tabaquismo daña los vasos
sanguíneos, contribuyendo al desarrollo de la enfermedad.
Un tratamiento integral
El tratamiento para la IVC crónica pretende mejorar la función venosa, los signos y síntomas y la
medicación comprende opciones terapéuticas tanto conservadoras como invasivas. Entre las
opciones conservadoras se incluyen el tratamiento físico: ejercicio, tratamiento compresivo y la
terapia farmacológica. Entre las modalidades de intervención invasiva están: cirugía de las venas
superficiales y profundas, entre ellas la flebectomía percutánea mediante ganchos y técnicas de
stripping, una operación quirúrgica para la intervención de las varices.
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Por su parte, la terapia de compresión es una modalidad de tratamiento estándar para la atención de
las alteraciones en las venosas que ha demostrado una curación más rápida. Además, se puede
lograr un alivio completo de las úlceras en un promedio de 5,3 meses en más del 90% de los casos
después de aplicar esta modalidad de tratamiento.
¿Qué es la terapia compresiva y qué beneficios tiene?
La terapia compresiva es un tratamiento que aplica presión controlada en las piernas mediante el uso
de medias de compresión. Esta presión, que va disminuyendo desde el tobillo hacia arriba, mejora el
retorno venoso, reduce el estancamiento de la sangre en las extremidades inferiores y contribuye a
que las venas dilatadas funcionen de manera más eficiente.
Entre sus principales beneficios, se destaca la prevención y el alivio de síntomas como pesadez,
dolor y fatiga en las piernas, así como la reducción del riesgo de desarrollar “arañitas” vasculares,
varices, coágulos o úlceras venosas. En quienes ya presentan estas lesiones, la terapia compresiva
acelera la cicatrización y mejora la calidad de vida, retrasando su aparición visible en las piernas
promoviendo la movilidad y el bienestar general.
El uso diario de medias de compresión es fundamental para prevenir y tratar enfermedades venosas,
especialmente en personas con jornadas prolongadas de pie o sentadas. Adoptarlas y normalizar el
uso, como parte de la rutina ayuda a mantener una circulación saludable y evitar la sensación de
piernas cansadas al final del día. Entendiendo el impacto de la insuficiencia venosa crónica (IVC) en
la población, Essity Health & Medical lleva desarrollando por más de 25 años en Colombia
soluciones como sus medias de compresión No-Varix®, diseñadas para mejorar la circulación y
reducir la inflamación. Con diferentes tecnologías, diseños y colores que se adaptan a las
necesidades de cada persona y género, que aparentan ser medias o calcetines del uso diario, como
es el caso de la línea Jaspeada, donde estamos ampliando la línea con 2 nuevos colores en el mes
de Mayo.
“Ofrecemos soluciones de terapia de compresión que empoderan a los pacientes para
enfrentar las enfermedades venosas. Sabemos que muchos dudan por el estigma y las
ideas erróneas sobre su uso, por lo que trabajamos para crear conciencia y fomentar el
diagnóstico adecuado. Queremos cambiar la forma en que se perciben estas condiciones.
Con No-Varix, marca colombiana y fabricante de medias de compresión de grado médico,
que alivian y previenen la insuficiencia venosa crónica, demostramos que es posible llevar
una vida plena, incluso con IVC” destacó Jorfre Pérez, director comercial de la marca en
Colombia.
La IVC es una afección que tiene un impacto significativo en la calidad de vida de la población
colombiana. Sin embargo, con un diagnóstico adecuado brindando por un médico y un tratamiento
personalizado, es posible mejorar la atención de los síntomas, prevenir complicaciones y promover
una mejor salud vascular.
Sobre Essity
Essity es una compañía global líder en higiene y salud. Cada día, mil millones de personas, en todo el mundo, utilizan nuestros
productos, servicios y soluciones. Nuestro propósito es romper barreras por el bienestar en beneficio de consumidores,
pacientes, cuidadores, clientes y la sociedad en general. Vendemos en aproximadamente 150 países bajo las principales
marcas globales TENA y Tork, así como otras marcas como Actimove, Cutimed, JOBST, No-Varix Knix, Leukoplast, Libero,
Libresse, Lotus, Modibodi, Nosotras, Saba, Tempo, TOM Organic y Zewa, entre otras. En 2024, Essity tuvo ventas de
aproximadamente 13 mil millones de euros y empleó a 36,000 personas. La sede de la compañía está ubicada en Estocolmo,
Suecia, y Essity cotiza en Nasdaq Estocolmo. Más información en www.essity.com.