Bogotá, 01 de abril de 2025. La inclusión de personas con Trastorno del Espectro Autista
(TEA) en el entorno laboral y educativo sigue siendo un reto en Colombia. De acuerdo con La
Liga Colombiana de Autismo se estima que 1 de cada 100 niños tiene autismo, una
condición neurobiológica que afecta la interacción social, la comunicación y el
comportamiento.
A pesar de los avances en la detección temprana y la concienciación, muchas personas con
esta condición siguen enfrentando barreras significativas en su acceso al empleo y la
educación. Sin embargo, con estrategias adecuadas, estas barreras pueden transformarse
en oportunidades de crecimiento para las instituciones y la sociedad en general.
Inclusión laboral: un desafío con oportunidades
En el ámbito laboral, el desconocimiento sobre la neurodiversidad y la falta de ajustes en los
espacios de trabajo siguen limitando las oportunidades para esta población. La falta de
comprensión y los estereotipos han generado altos índices de desempleo y subempleo.
Además, las dificultades en la interacción social pueden afectar el proceso de selección y
desempeño en el trabajo. También influye la ausencia de adaptaciones en el entorno
laboral, lo que dificulta su integración efectiva; sumado a esto, la escasez de recursos y
programas específicos de apoyo impide que muchas personas con TEA puedan acceder a
oportunidades laborales acorde con sus habilidades.
No obstante, algunas empresas han comenzado a desarrollar iniciativas para fomentar la
inclusión, ajustando entornos de trabajo y flexibilizando tareas con el fin de aprovechar las
fortalezas de las personas con esta condición. Entre las estrategias de inclusión en el mundo
laboral se destacan:
● Capacitaciones a equipos de trabajo para sensibilizar sobre el TEA.
● Implementación de rutinas estructuradas que faciliten la adaptación.
● Uso de tecnologías de apoyo para mejorar la comunicación y desempeño.
● Flexibilización de tareas y ajustes en el ambiente laboral.
● Creación de programas específicos de inclusión dentro de las empresas.
Según la Dra. Juany Álvarez, subgerente médica de la Organización Clínica General del Norte,
“las empresas que fomentan la inclusión suelen ver mejoras en su estructura organizativa, mayor
creatividad y un mejor clima laboral. Además, la reducción de la rotación y el fortalecimiento de
la reputación corporativa son beneficios clave”.
Para las personas con TEA que buscan empleo, es clave identificar sus fortalezas y
habilidades para elegir ocupaciones que se alineen con su perfil. Carreras en tecnología,
diseño, investigación, contabilidad y oficios especializados como fontanería o artes culinarias
pueden representar oportunidades de éxito. Además, la transparencia en el proceso de
selección y la búsqueda de empresas con programas de inclusión pueden marcar la
diferencia en su integración laboral.
Retos en la educación: una tarea pendiente
En el ámbito educativo, el sistema aún enfrenta retos para garantizar una verdadera
inclusión de niños y jóvenes con TEA. La falta de capacitación docente, la escasez de
infraestructura adaptada y las barreras pedagógicas dificultan el aprendizaje y la integración
en el aula. Para superar estas dificultades, es fundamental implementar estrategias como:
● Adaptaciones curriculares personalizadas para responder a sus necesidades.
● Uso de apoyos visuales y tecnológicos para facilitar la comprensión.
● Metodologías de aprendizaje cooperativo que fomenten la integración.
● Capacitación docente continua para fortalecer la enseñanza inclusiva.
● Creación de espacios seguros y accesibles para todos los estudiantes.
● Trabajo en conjunto con psicólogos y terapeutas para brindar apoyo especializado.
“El reto principal de la inclusión no solo es abrir espacios, sino garantizar que sean accesibles y
funcionales para las personas con TEA. La capacitación docente y el uso de tecnologías de apoyo
son clave para lograrlo”, destaca la Dra. Álvarez.
Si bien aún hay desafíos por superar, la transformación del entorno educativo y laboral para
las personas con esta condición está en marcha. La educación inclusiva y la implementación
de estrategias en el mundo del trabajo son claves para garantizar igualdad de
oportunidades y permitir que esta población aporte su talento y capacidades a la sociedad.