Bogotá, 23 de abril de 2025. La sucesión es el proceso legal mediante el cual se transfieren los activos de una persona fallecida a sus herederos. Aunque suele abordarse únicamente tras una pérdida, su planificación anticipada puede evitar disputas familiares, proteger negocios y facilitar la continuidad del patrimonio.
Todos los bienes, derechos y obligaciones que deja una persona fallecida conforman lo que, legalmente, se denomina masa sucesoral. Su distribución puede realizarse de dos formas: con testamento (sucesión testada) o sin él (sucesión intestada). En el primer caso, la persona puede disponer de sus bienes, siempre respetando los derechos de los herederos forzosos —como los hijos—, que por ley deben recibir al menos una parte. En ausencia de testamento, se aplica el orden sucesoral establecido legalmente: hijos, padres, hermanos y, en último lugar, sobrinos.
Con esto en mente, Credicorp Capital recomienda que las personas, como mínimo, cuenten con un testamento en el cual establezcan a sus herederos. La ley colombiana actualmente exige que en un testamento el 50% sea para los herederos forzosos (en primer lugar, hijos; en segundo lugar, padres), mientras que el restante 50%, desde 2018, puede designarse libremente a cualquier persona natural.
La falta de planificación patrimonial suele generar dificultades. Conflictos entre herederos, aparición de beneficiarios no previstos y desorganización en estructuras patrimoniales o empresariales son algunas de las consecuencias más frecuentes. Incluso con testamento, en algunos casos puede ser necesario adoptar medidas adicionales para proteger activos, como constituir fideicomisos o sociedades patrimoniales.
En escenarios internacionales, también existen figuras como los trusts y las fundaciones de interés privado, que permiten establecer condiciones específicas para la transmisión del patrimonio a futuras generaciones. Estas estructuras son útiles, por ejemplo, cuando se busca proteger activos distribuidos en varios países, o cuando se desea fijar reglas familiares claras sobre el uso de los bienes heredados.
“Muchas veces se cree que con un testamento es suficiente, pero en familias empresarias o con activos en diferentes jurisdicciones, eso no basta. La planeación patrimonial va más allá del documento: implica definir reglas, estructuras y mecanismos que garanticen estabilidad y eviten conflictos futuros”, explica Lucas Solano, vicepresidente de Planeación Patrimonial en Credicorp Capital, Compañía de Asesoría y Gestión de Inversiones del Grupo Credicorp.
Además de los aspectos jurídicos y familiares, el proceso de sucesión también conlleva consideraciones económicas importantes, tanto en términos de impuestos como en gastos notariales y de abogados. Los procesos de sucesión suelen llevarse a cabo ante un juez, especialmente cuando hay menores de edad o existen disputas, o ante un notario. En el primer caso, el proceso puede demorar varios años, mientras que en el segundo puede ser un poco más corto, pero no necesariamente expeditivo.
Por último, en cuanto a los costos, se debe tener en cuenta que los abogados suelen cobrar un porcentaje sobre el valor de la herencia que ronda entre el 1% y el 3%. Los gastos notariales pueden ser del orden del 3% (en algunos casos un poco menos y en otros más). Además, el impuesto de sucesión actualmente está en el 15%, un porcentaje relativamente bajo en comparación con el resto del mundo.
Este contenido forma parte de Educapital, una plataforma de educación financiera orientada a fortalecer el conocimiento de los inversionistas en temas clave como la sucesión patrimonial, el manejo del riesgo y la toma de decisiones informadas.
