Bogotá, septiembre de 2025. – En Colombia, la educación de calidad en las zonas rurales sigue siendo uno de los mayores desafíos. Estas regiones, que enfrentan barreras geográficas y de infraestructura, carecen de las herramientas necesarias para que maestros y estudiantes accedan a un aprendizaje acorde con las demandas del siglo XXI. De hecho, de acuerdo con el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, a 2024, 8 de cada 10 sedes educativas rurales en el país no contaban con acceso a internet, lo que profundiza la brecha con las zonas urbanas.
Ante este panorama, las soluciones tradicionales de tecnología educativa son insuficientes. Según organismos multilaterales como la UNESCO, la clave para cerrar la brecha educativa no está solo en la dotación de equipos, sino en la creación de ecosistemas de aprendizaje sostenibles que se adapten a las realidades del territorio.
Para enfrentar esta coyuntura, entidades públicas y privadas están uniendo esfuerzos, e impulsando diversas iniciativas que reduzcan estas brechas, especialmente a través de modelos de inversión como Obras por Impuestos. Una de las iniciativas que viene generando avances importantes es la propuesta de Aulas Amigas, que ha logrado transformar más de 8,000 ambientes escolares y capacitar a más de 30,000 docentes para beneficiar a más de 80.000 estudiantes en zonas apartadas y rurales de 5 países.
Se trata de un ecosistema que combina tecnología con formación pedagógica. Su modelo se enfoca en el acompañamiento y el empoderamiento docente, con herramientas tecnológicas creadas en Colombia como TOMi8, las cuales fueron creadas para funcionar en cualquier contexto, sin depender de una conexión a internet. El éxito de este modelo radica en su capacidad para ofrecer un camino completo, desde la dotación de equipos hasta la capacitación continua de los maestros.
Uno de estos casos de éxito es el de la profesora Andreina Epiayú de la comunidad Wayúu, quien está transformando la forma en que sus estudiantes aprenden en Manaure, La Guajira. Lo que antes era un salón tradicional, pero eso sí, lleno del talento de la maestra y ganas de aprender de los estudiantes, ahora es un entorno de aprendizaje interactivo, lleno de herramientas pedagógicas, con simuladores STEM, matemáticas, lenguaje y ciencias naturales. También cuentan con una pizarra interactiva portable con la que los niños y niñas se divierten aprendiendo, al tiempo en que se integran nuevas tecnologías como inteligencia artificial o realidad aumentada, con uso pedagógico. El limitado acceso a internet ya no es un problema, ya que el Aula Móvil y TOMi8 proporcionan lo que los profes denominan “internet sin internet”, gracias a que este dispositivo opera además, como un servidor de contenido que genera una red local, eliminando las barreras de baja conectividad en las zonas más remotas pero bellas de nuestro país, facilitando el acceso a la comunidad educativa de conocimiento relevante en la era de cuarta revolución industrial
Como señala Vanesa Narváez, Directora General de Aulas Amigas, este enfoque es una inversión en el futuro: "Cada vez más, las organizaciones entienden que invertir en educación es un paso crucial hacia el desarrollo futuro. Nuestro modelo asegura que esta inversión genere un retorno real y medible en el tiempo, transformando el aula, capacitando a los docentes y abriendo oportunidades para los estudiantes. Es una fórmula que funciona porque prioriza a las personas y al territorio".
El profesor Víctor Andrés Castellanos Merchán, de la I.E. Ambiental Combeima en Ibagué, resume esta transformación de manera contundente: "Antes de esto, sentía que estaba solo en el aula. Con Aulas Amigas y el acompañamiento que nos dieron, el tablero se transformó y, lo más importante, yo me transformé como maestro. Ahora mis clases son dinámicas y mis estudiantes participan, incluso sin internet. Nos dieron las herramientas y la confianza para hacer un cambio real".
Más allá de los problemas de conectividad, el reto para cerrar las brechas en la educación rural radica en avanzar en lo que plantea la UNESCO, la creación de ecosistemas de aprendizaje sostenibles que se adapten a los contextos locales.
El camino hacia la equidad educativa en Colombia es largo, pero a través de modelos como este se están construyendo puentes que conectan a las comunidades más vulnerables con las oportunidades del futuro. El desafío persiste, pero la experiencia demuestra que la verdadera transformación está en los ecosistemas de innovación que entienden las particularidades de cada territorio.
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Sobre Aulas Amigas:
Aulas Amigas es una empresa colombiana con más de 16 años de experiencia en proyectos de innovación educativa. Su modelo integra formación docente, dotación tecnológica y plataformas interactivas como TOMi8. Ha liderado proyectos en Colombia y en países de América Latina, impactando a más de 500.000 estudiantes en todo el mundo. Su propósito es transformar la educación a través de #MaestrosQueInspiran.
