Bogotá, agosto de 2025. Blockchain ya no es una tecnología lejana o exclusiva del
mundo de las criptomonedas. En Colombia, está transformando la forma en que los
productos agrícolas e industriales se certifican, se controlan y se exportan. Desde
una panela artesanal hasta una caja de aguacates hass, esta herramienta digital se
ha convertido en aliada de los productores que buscan competir en mercados
internacionales con garantías de calidad, sostenibilidad y trazabilidad.
“La trazabilidad no es solo una tendencia, es una exigencia del mercado
internacional. Blockchain nos permite garantizar de forma objetiva el cumplimiento
de estándares sanitarios, ambientales y de origen, protegiendo tanto al productor
como al consumidor”, afirma Mario Castaño, director técnico del Centro de
Investigación y Desarrollo en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
(CINTEL).
En un entorno donde demostrar calidad es tan importante como alcanzarla,
blockchain se convierte en una herramienta clave. Estas son cinco formas en que
esta tecnología ya está protegiendo los productos del campo:
1. Registros que no se pueden alterar
Blockchain funciona como un libro digital compartido en el que se registra todo lo
que le ocurre a un producto: lugar y fecha de recolección, condiciones de
almacenamiento, pruebas de laboratorio, procesos de transporte. Cada paso se
registra en un bloque cifrado y ese bloque se enlaza al anterior, creando una cadena
inalterable.
Si alguien intenta modificar la información, el sistema lo detecta y rechaza. Así, se
elimina el riesgo de manipulación o fraude en el historial del producto.
Esto permite, por ejemplo, que un comprador internacional verifique que un lote de
café proviene de una región protegida o que una muestra de leche fue almacenada
a la temperatura adecuada durante toda su cadena de distribución. En un entorno
de exportación cada vez más regulado, contar con información confiable y
verificable es una ventaja decisiva.
2. Trazabilidad total desde el origen
Gracias a plataformas como AgroTrack, desarrollada por CINTEL, los productos
colombianos pueden ser trazados desde el punto de origen hasta el consumidor
final. En el caso de la cadena láctea, por ejemplo, cada litro de leche puede ser
asociado a una finca específica, a un análisis de laboratorio puntual, a un tanque de
transporte y a un lote de procesamiento. Todo este recorrido queda documentado y
es accesible a través de un simple código QR.
3. Certificación automática de calidad
Al implementarla, los procesos de verificación se pueden automatizar. Mediante
contratos inteligentes —pequeños programas que se ejecutan en la cadena de
bloques— es posible validar que un producto cumpla ciertos requisitos sin
intervención manual. Por ejemplo, solo si un análisis de laboratorio confirma que un
aguacate cumple con los niveles de maduración exigidos por un comprador
europeo, se genera la certificación digital que habilita su exportación.
Esto no solo agiliza los procesos, también reduce el margen de error humano y
asegura transparencia para todas las partes.
4. Mejores precios por confianza
La trazabilidad certificada no solo mejora la reputación del producto, también
incrementa su valor. Según estimaciones del IMARC Group, el mercado de en
América Latina alcanzará más de 57 mil millones de dólares en 2033, impulsado en
gran parte por sectores como el agroindustrial. En exportaciones agrícolas
puntuales, se han registrado aumentos de hasta un 15 % en el valor de venta cuando
el comprador tiene acceso a pruebas verificables de origen y calidad.
Cuando un producto colombiano puede demostrar con evidencia digital que
cumple con normas internacionales —ya sean sanitarias, medioambientales o de
comercio justo—, no solo gana confianza: accede a compradores más exigentes y
dispuestos a pagar más.
5. Inclusión de pequeños productores
Blockchain también está ayudando a cerrar brechas. En zonas rurales, donde
muchos agricultores no cuentan con historial financiero ni acceso al sistema
bancario, esta tecnología permite registrar su actividad productiva de forma
transparente. Esto ha abierto la puerta a modelos de financiamiento alternativo.
Proyectos como los promovidos por LACChain del Banco Interamericano de
Desarrollo o la plataforma BanQu demuestran que un campesino puede construir
reputación comercial y acceder a microcréditos simplemente mostrando el historial
digital de sus entregas.
De hecho, según el informe Accelerating Blockchain Adoption in Latin America and
the Caribbean de Avasant, las redes de LACChain ya han habilitado más de 80
soluciones digitales que han mejorado la vida de más de 8 millones de personas en
la región.
En conclusión, esta no es solo una tecnología de moda: es una herramienta concreta
para elevar la competitividad del campo colombiano, proteger el esfuerzo de
quienes producen con calidad y llevar al mundo productos con identidad, historia y
confianza verificable.
Sobre Cintel
El Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CINTEL) es una entidad dedicada a
impulsar la productividad y competitividad de la sociedad mediante el uso de las TIC, desarrollando proyectos que promueven una
evolución digital sostenible. Fundado en 1991, CINTEL es reconocido como la entidad con mayor experiencia en proyectos de
innovación y desarrollo tecnológico del sector TIC en Colombia.
CINTEL lidera diversas iniciativas enfocadas en dinamizar la industria y la apropiación social de la tecnología, y organiza
anualmente el Congreso Internacional de TIC – ANDICOM, uno de los eventos más importantes del sector en la región. Reconocido
como Centro de Innovación y Productividad (CIP) por MinCiencias mediante Resolución 0983 del 20 de septiembre de 2022, CINTEL
forma parte del Sistema Nacional de Ciencias, Tecnología e Innovación (SNCTeI) del país.