La agencia global Dentsu presentó su más reciente informe Human Truths in the Algorithmic Era: 2026 Media Trends, que explora cómo la inteligencia artificial está redefiniendo el comportamiento humano y la estrategia de las marcas en el entorno digital. Entre sus principales hallazgos, el estudio identifica dos transformaciones tecnológicas que marcarán el próximo año: la expansión del Search Experience Optimization (SXO) y la llegada de la Agentic AI, o inteligencia artificial autónoma.
“Estamos entrando en una etapa donde los algoritmos dejarán de ser simples asistentes para convertirse en aliados capaces de actuar, decidir y aprender en tiempo real. Las marcas deberán entender cómo estas tecnologías simplifican la vida de las personas para construir experiencias más humanas, efectivas y transparentes”, afirmó Juan Camilo Suarez, Ceo de Dentsu Colombia.
La nueva forma de buscar en Internet: Search Experience Optimization
Durante casi tres décadas, Google fue el punto de partida del descubrimiento digital. Pero según el estudio, plataformas como TikTok, Amazon y ChatGPT están desafiando esa hegemonía, ofreciendo nuevas formas de explorar y encontrar información, productos y contenidos. Este fenómeno ha dado origen al concepto de Search Experience Optimization (SXO): una evolución del SEO tradicional que combina optimización en motores de búsqueda, redes sociales, asistentes conversacionales y entornos de inteligencia artificial.
El reporte destaca que la búsqueda se está volviendo más conversacional, multimodal y emocional, y que las marcas deben prepararse para gestionar su visibilidad en distintos “puntos de entrada digitales”. Esto incluye desde motores impulsados por Large Language Models (LLMs) —como Gemini o ChatGPT— hasta asistentes inteligentes y búsquedas sociales o de comercio.
A diferencia del SEO convencional, el SXO integra disciplinas como la optimización para LLMs, social search, retail search y mobile app optimization, convirtiéndose en el nuevo estándar para aumentar la visibilidad y la relevancia en el mundo digital.
El documento también subraya que, aunque los resultados sin clic (zero-click) se multiplican por las respuestas con IA de Google, el contenido en los sitios web sigue siendo esencial, ya que señala autoridad y confianza a los algoritmos. Además, los datos estructurados y de primera mano se convierten en un diferenciador clave, permitiendo que las marcas mantengan su presencia en entornos donde el tráfico directo disminuye.
Agentic AI: la nueva generación de asistentes inteligentes
El segundo eje del informe, denominado Digital Delegation, aborda el auge de los agentes autónomos impulsados por IA. Estas herramientas son capaces de tomar decisiones, planificar acciones y ejecutar tareas sin intervención humana, desde realizar compras o hacer itinerarios de viajes, hasta coordinar comunicaciones o resolver solicitudes administrativas.
De acuerdo con el estudio Consumer Vision 2035 de Dentsu, uno de cada dos consumidores espera contar con un “clon digital” que maneje sus tareas de compra o comunicación antes de 2035. Este avance está liderado por iniciativas como el modo Agent de OpenAI o Buy for Me de Amazon, que ya integran capacidades de decisión y ejecución automática.
El informe advierte que, aunque el entusiasmo corporativo por la Agentic IA es creciente —80% de los directores de marketing globales afirma que la IA generativa es una prioridad o inversión clave—, la adopción debe hacerse con una estrategia clara para evitar lo que Dentsu denomina “inflación de agentes”: múltiples sistemas sin coordinación ni propósito.
“En 2026, las marcas que diseñen agentes inteligentes con un propósito estratégico, memoria contextual y supervisión humana serán las que logren la verdadera transformación digital. La IA no debe reemplazar la empatía, sino amplificarla con precisión, vigilancia y contexto”, señaló Juan Camilo Suarez.
Tecnología que simplifica la complejidad humana
Tanto el SXO como la Agentic AI reflejan una tendencia compartida: la búsqueda de simplicidad en un mundo digital cada vez más complejo. En 2026, las personas interactuarán con ecosistemas tecnológicos donde la información será más relevante y fácil de encontrar, mientras las decisiones podrán delegarse a sistemas confiables.
