El país cierra 2025 con señales de alerta en inmunización. El Ministerio de Salud confirma 113 casos de fiebre amarilla y 754 de tosferina durante el año, mientras que en las Américas se registran más de 11.000 contagios de sarampión. Estos indicadores, sumados a coberturas que siguen por debajo del 95 % recomendado, anticipan un inicio de 2026 con brechas que aumentan el riesgo de reaparición de enfermedades que pueden evitarse.
El Observatorio de Vacunación advierte que, con corte a 2024, la SRP en menores de un año alcanzó 92,7 % y la fiebre amarilla 89,8 %, cifras todavía insuficientes. A esto se suma que la protección contra el VPH continúa rezagada: en niñas de nueve años llegó a 52,62 % y en niños a 42,23 %. Las brechas acumuladas dificultan la contención de brotes y presionan los servicios de salud.
Para Juan Camilo Tocora, docente de la Maestría en Epidemiología de la Fundación Universitaria del Área Andina, seccional Pereira, este cierre de año exige acelerar la actualización de esquemas. “Es un momento crítico porque muchas familias esperan vacaciones para vacunarse y coinciden con aumento de virus respiratorios”, afirma.
Añade que los refuerzos atrasados dejan a los menores expuestos a difteria, tosferina, tétanos, sarampión y rubéola. “Cuando las coberturas bajan, no solo se afecta la protección individual, sino también la inmunidad colectiva”, asegura.
Para Tocora, la prioridad debe ser completar esquemas antes de que aumente la demanda en enero de 2026.
El rezago no es homogéneo. Aunque Bogotá aumentó casi 14 puntos sus coberturas entre 2023 y 2024, y mantiene jornadas intensificadas, territorios como Buenaventura y Vichada registran coberturas de pentavalente por debajo del 65 %. De acuerdo con el docente de Areandina, estos contrastes refuerzan la necesidad de aprovechar las jornadas de diciembre para cerrar brechas en población infantil y adulta.
Así puede vacunarse sin cita
Hospitales, centros de salud, puntos instalados en centros comerciales y brigadas móviles atienden de manera gratuita con solo presentar el documento de identidad. En ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, entre otras, las Secretarías de Salud ninguna dosis del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) exige autorización previa. En otros municipios, los horarios se amplían durante diciembre y enero para facilitar el acceso.
Tocora insiste en que no vale la pena esperar respuesta de la EPS. “Ir directo a un punto PAI toma menos tiempo que aguardar una llamada: la capacidad instalada es suficiente”, señala. El proceso dura entre 20 y 40 minutos, incluidos el registro, la revisión del esquema, la aplicación y el periodo de observación. Para personas con movilidad reducida, varias entidades territoriales ofrecen vacunación a domicilio mediante solicitud telefónica.
Para tener en cuenta: En las jornadas nacionales, el Ministerio de Salud también habilita más de 3.000 lugares en todo el territorio, incluidos equipos casa a casa. En esta época, cuando aumenta la demanda por las vacaciones, acudir temprano ayuda a reducir los tiempos de espera. Esté pendiente porque las autoridades locales publican la información constantemente y actualizada sobre puntos y horarios en sus portales oficiales.
Qué hacer si perdió el carné y cómo saber qué dosis faltan
La plataforma MiVacuna (SISPRO) permite consultar y descargar el registro oficial de dosis aplicadas y en cualquier punto PAI pueden generar un duplicado. El esquema oficial del Ministerio de Salud, disponible en línea, facilita comparar lo registrado con lo que corresponde por edad. Tocora aclara que “las vacunas no se reinician: se continúa desde la última dosis, sin repetir las ya aplicadas”.
Recuerde: Las vacunas del PAI son gratuitas para niños menores de seis años, gestantes, adultos mayores y personas con factores de riesgo. Solo biológicos complementarios, como meningococo, herpes zóster o vacunas de viajeros, requieren pago.
El mensaje hacia 2026 es claro: “Ponerse al día toma menos de media hora y evita complicaciones graves. La infraestructura existe, lo importante es actuar a tiempo.