Bogotá, mayo de 2025. Colombia se ha consolidado como referente en América Latina en la adopción de modelos empresariales con propósito. Actualmente, más de 2.500 compañías operan bajo la figura de Sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), una categoría legal que busca que las empresas trasciendan la rentabilidad para generar también impacto social, equidad laboral y sostenibilidad ambiental.
En un país donde la confianza institucional, la generación de empleo digno y la protección del entorno son desafíos urgentes, el modelo BIC representa una alternativa concreta desde el sector privado. Estas empresas redefinen su éxito más allá del balance financiero, midiendo también el valor que generan en sus trabajadores, comunidades y el medio ambiente.
En este contexto, SACS Group, empresa especializada en gestión de riesgos y atención de emergencias industriales, con presencia en 13 departamentos de Colombia y operaciones en Perú, Ecuador y Chile, formalizó su transición hacia el modelo BIC. Así, se convierte en una de las primeras del sector en integrar de forma estructural estos principios en su estrategia corporativa.
“Ser una empresa BIC no es un sello decorativo. Es un compromiso de largo plazo con el país y con las personas. Significa, por ejemplo, contratar proveedores locales, priorizar a mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados, reducir emisiones contaminantes y promover entornos laborales más justos”, afirmó Carolina López Pérez, gerente técnica para Latinoamérica de SACS Group.
Como parte de su transición, la compañía ha adoptado acciones concretas en las cinco dimensiones del modelo BIC:
- Modelo de negocio: En 2024, más del 65% de sus proveedores corresponden a empresas locales o lideradas por poblaciones diversas.
- Gobernanza: La empresa obtuvo resultados superiores al 90% en auditorías externas gracias a su sistema integral de gestión y políticas de transparencia.
- Prácticas laborales: Logró reducir su rotación de personal en Colombia e incrementar la participación femenina del 20% al 33% en un sector históricamente masculino.
- Prácticas ambientales: Implementó un plan de eficiencia energética que incluye la reutilización del 80% del agua en su centro de entrenamiento y el diseño de una planta fotovoltaica en Cartagena para reducir su huella de carbono.
- Relación con la comunidad: Programas como Women Responders han vinculado activamente a más de 670 mujeres en procesos de formación, inclusión y liderazgo en entornos industriales.
“Esta apuesta nos permite avanzar con una visión más humana y resiliente. No se trata solo de reaccionar ante emergencias, sino de generar valor desde la prevención, la inclusión y la sostenibilidad”, agregó López Pérez.
Estos compromisos han sido integrados a su plan estratégico, sustentado en cuatro pilares: rentabilidad, sostenibilidad, desarrollo organizacional y crecimiento, bajo el lema “Integrando soluciones para proteger la vida”.
La experiencia de SACS demuestra que adoptar el modelo BIC fortalece la reputación corporativa, mejora el clima laboral, facilita relaciones de largo plazo con comunidades y clientes, y atrae inversión responsable. Al mismo tiempo, la compañía reconoce que el ecosistema aún enfrenta retos importantes, como la necesidad de incentivos normativos, mecanismos de medición más rigurosos y procesos de formación interna.
Pese a ello, SACS reafirma su convicción de que este es el camino hacia una nueva manera de hacer empresa en Colombia: con conciencia social, visión a largo plazo y un compromiso activo con el territorio y la vida.