Bogotá, noviembre de 2025. En Colombia, miles de personas buscan acceder al crédito formal, pero todavía una parte significativa de la población no cuenta con historial financiero. Y es que según cifras de Banca de las Oportunidades, cerca del 25% de los adultos en el país, unos 9,8 millones de personas, nunca han tenido un producto de crédito, lo que limita su acceso a oportunidades financieras.
Para los expertos de Bravo, plataforma especializada en liquidación de deudas y educación financiera, el primer paso es conocerse a sí mismo desde el punto de vista financiero: entender cuánto se gana, cuánto se gasta y qué porcentaje de los ingresos se puede destinar de forma segura a obligaciones sin afectar la estabilidad económica. Solo a partir de ese diagnóstico es posible tomar decisiones adecuadas.
Para quienes buscan iniciar su historial, los especialistas recomiendan:
- Comenzar con productos sencillos y fáciles de manejar: las tarjetas de crédito con cupos bajos o los créditos de consumo pequeños pueden ser una buena opción para empezar, siempre y cuando se usen de forma responsable.
- Explorar alternativas complementarias: los servicios públicos o planes de telefonía que reportan al sistema financiero ayudan a crear visibilidad sin necesidad de endeudarse en exceso.
- Ser constantes: pagar siempre a tiempo, usar solo una parte del crédito disponible y evitar abrir varias líneas al mismo tiempo son hábitos que ayudan a mantener una calificación positiva.
- Revisar el historial con frecuencia: hacerlo al menos una vez al año, o cada tres a seis meses si se planea solicitar un crédito importante, permite detectar posibles errores, fraudes o inconsistencias que puedan alterar el perfil financiero.
En contraste, los pagos atrasados, el uso excesivo del cupo o cerrar cuentas con buen historial pueden afectar negativamente el puntaje crediticio.
“Crear una buena vida crediticia es como construir una reputación: toma tiempo, constancia y responsabilidad. Pagar a tiempo, conocer los límites y planificar antes de endeudarse son pasos esenciales para lograrlo”, afirman los expertos de Bravo Colombia.
En línea con estas recomendaciones, TransUnion destaca que los jóvenes colombianos están participando cada vez más activamente en el mercado de crédito, con una penetración que pasa del 28% entre los 18 años al 63% a los 30, y un nivel de cumplimiento similar o incluso mejor que el promedio general. Estos datos refuerzan la importancia de promover la educación financiera desde edades tempranas y de facilitar el acceso a productos que impulsen la construcción de historial crediticio.
Finalmente, los hábitos cotidianos marcan la diferencia “pagar puntualmente, llevar un control de los gastos y destinar una parte del salario al ahorro pueden parecer acciones pequeñas, pero a largo plazo fortalecen el perfil financiero y abren la puerta a nuevas oportunidades de crédito y bienestar económico.” concluyeron expertos de Bravo.