Bogotá, 25 de junio de 2024. La depresión es una enfermedad mental que afecta no solo a
los pacientes, sino también a los familiares y amigos cercanos. Es un trastorno del estado de
ánimo que afecta el bienestar emocional de las personas y compromete su salud física y su
calidad de vida.
Una de las poblaciones más vulnerables son los adultos mayores. De acuerdo con la OMS,
el 14 % de los adultos de 60 años o más padece alguna enfermedad mental. Dentro de ellas,
la ansiedad y la depresión son de las más comunes.
Según Diana Carolina Rodríguez, Directora de Programas de Versania Cuidado y Vida,
quien es Psicóloga Magister en Neuropsicología, “la depresión en esta etapa de la vida tiene
un comportamiento distinto al de otros grupos etarios, y existen múltiples factores que
pueden influir en su desarrollo. Entre ellos, destacan las alteraciones biológicas y
enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos
neurológicos”.
Hay otros factores que pueden producir la depresión, especialmente en los adultos mayores
por su vulnerabilidad, como el aislamiento, un causante de detrimento a la salud mental ya
que los humanos necesitan mantenerse en contacto con otras personas. “El aislamiento
social y la falta de interacción tienen un impacto directo en el estado de ánimo, y generan
sentimientos de abandono que hacen al adulto mayor más vulnerable a desarrollar
depresión” explica la doctora Diana Carolina.
El maltrato es otro factor crucial, especialmente cuando este puede manifestarse de distintas
formas, de los más comunes es la negligencia, “este ocurre cuando un adulto mayor queda
desatendido, privándolo de la atención y los cuidados que requiere” explica Diana Carolina
Rodríguez, psicóloga de Versania Senior.
La depresión es una enfermedad compleja, que se manifiesta por medio de diferentes
maneras, más allá de la percepción tradicional de la tristeza y cambios anímicos. Según la
psiquiatra la doctora Rodríguez, “la depresión en la vejez se manifiesta con síntomas como
problemas de sueño, fatiga, pérdida de peso y múltiples quejas inespecíficas”. También es
común que ciertas facultades cognitivas se vean afectadas como la memoria y la
concentración lo cual es probable que se confunda con otras enfermedades como la
demencia.
Para abordar la depresión en adultos mayores, es esencial explorar los caminos del
bienestar, que incluyen el fortalecimiento de redes de apoyo, la promoción de actividades
significativas y el cuidado integral de la salud física y emocional.
La psicóloga Rodriguez comenta que "esta condición no está solo en la mente y no se puede
superar solo con esfuerzo mental”. Para ello estas estrategias deben ser una combinación
de psicoterapia y medicamentos. “En algunos casos, la terapia ocupacional y la actividad
física también son útiles. Esto dependerá de cada paciente”, agrega la especialista.
Cualquier estrategia que se aplique debe ser diseñada a medida de las necesidades y
particularidades de cada caso, de esta manera se puede abordar tanto factores biológicos y
psicológicos de la enfermedad.
Para muchos adultos mayores, las redes de apoyo se ven afectadas por la muerte de
amigos y familiares, por lo que hay una necesidad por parte de la familia de fortalecer las
conexiones y el apoyo emocional. “Una adecuada red de apoyo familiar o social protege a
los seres humanos de muchas enfermedades, especialmente de las afectivas” comenta la
psiquiatra Rodríguez. Los familiares pueden apoyar al paciente con varias alternativas, como
la participación de pasatiempos que disfrute la persona, acompañamiento a sus citas
médicas e incluso incentivar terapias físicas y lúdicas que motivan y ejercitan el cerebro.
Además, la identificación de los síntomas es un factor clave para brindar el tratamiento
necesario.
Ante cualquier afectación de la salud, sea física o emocional, hay que considerar los varios
caminos hacia el bienestar. No hay una respuesta única ante estos problemas, pero es
importante considerar las opciones presentadas, especialmente cuando se trata de cuidar la
salud mental.