Escuchar por primera vez la confirmación de un diagnóstico de cáncer puede ser una las noticias más abrumadoras que una persona puede enfrentar y también una de las frases más difíciles de comunicar por parte del médico. Sin embargo, con los avances de la ciencia, esto ya no representa una sentencia de muerte y existen formas de afrontar esta enfermedad que contribuyen a un mejor pronóstico. El papel del médico es decisivo, ya que, a través de su acompañamiento, claridad y guía, depende que el paciente entienda su diagnóstico, tome decisiones informadas y, sobre todo, no vea la enfermedad como un diagnóstico que no tiene reversa, sino como un proceso que puede tratarse de manera más precisa y oportuna. Es importante resaltar que los profesionales de la salud, no solo son expertos en ciencia médica, sino que son un apoyo para quienes enfrentan momentos de dificultad, ya que la relación entre profesional y paciente implica mucho más que explicar un resultado, es quién guía los primeros pasos: qué exámenes faltan, por qué es clave conocer el tipo exacto de mutación y qué alternativas existen antes de iniciar cualquier tratamiento. De acuerdo con Alejandra Toro, fundadora de la Corporación Luz Rosa, unión de 10 organizaciones líderes en oncología en Colombia y 46 en el resto de América Latina, que buscar la mejora de la atención del cáncer en la región, resulta primordial en esta fase diagnóstica, conocer el “nombre y apellido” del tumor ya es un paso decisivo para recuperar el control. “Cuando un médico se toma el tiempo de explicar el subtipo del cáncer, el paciente deja de sentir que le están disparando al azar. Entender exactamente qué tumor tiene, qué lo caracteriza y qué tratamientos existen proporciona poder y esperanza para quien recibe un diagnóstico, que, sin duda, impacta la vida personal y familiar”. Hacia la medicina de precisión Uno de los mayores temores de los pacientes no es solo el diagnóstico, sino el tratamiento: Surgen preguntas como: qué tan agresivo será, cuáles son los efectos secundarios y qué posibilidades reales existen de supervivencia, así como la calidad de vida. Un diagnóstico incompleto puede aumentar ese miedo, mientras que comprender el tipo exacto de tumor brinda claridad y abre la puerta a opciones terapéuticas más adecuadas, señala Alejandra Toro, experta en el apoyo a la población que tiene esta condición de salud. Ese nivel de precisión es lo que permite acceder a la medicina personalizada y terapias dirigidas, diseñadas para actuar sobre alteraciones específicas del ADN del tumor y que el paciente tenga mejores resultados y menores efectos secundarios. Andrés Felipe Aristizábal, Ph.D en genética y director de investigaciones y enlace médico de la Fundación FICMAC. lo explica así: “Hoy el cáncer no se trata por ‘dónde está’, sino por ‘lo que es’. Dos tumores en el mismo órgano pueden ser completamente distintos a nivel molecular. Conocer sus alteraciones genéticas nos permite escoger la terapia más eficaz y, sobre todo, la que menos efectos secundarios innecesarios le cause al paciente. Es como tener el manual exacto del enemigo: nos permite atacarlo donde realmente es vulnerable y proteger al máximo al paciente”. Acompañamiento humano: una conversación que cambia el rumbo El impacto emocional del diagnóstico requiere empatía, escucha activa y claridad. La primera conversación con el médico puede aliviar el miedo, ayudar al paciente a ordenar sus pensamientos y darle confianza para hacer preguntas claves que determinarán su ruta terapéutica. Sobre este acompañamiento, el doctor Aristizábal destaca que una buena orientación médica transforma la experiencia del paciente desde el primer día. “El paciente que se siente escuchado, comprendido y acompañado toma decisiones mucho más serenas y oportunas. Muchos llegan aterrorizados y con información confusa de internet. El diagnóstico es un golpe emocional fuerte, pero hoy tenemos herramientas para conocer exactamente qué tipo de cáncer es, cómo se comporta y cuáles son las opciones reales de tratamiento. Cuando el paciente entiende que hay un plan claro, que cada decisión está respaldada por evidencia y que alguien está velando realmente por su bienestar, la adherencia al tratamiento mejora enormemente y la ansiedad disminuye. El acompañamiento no es un “extra”: es parte esencial del tratamiento” Este enfoque permite que el paciente no se sienta solo, y refuerza el mensaje central: un diagnóstico más completo y un acompañamiento médico cercano pueden cambiar el rumbo del tratamiento y mejorar significativamente la calidad de vida. Recomendaciones para pacientes ante un diagnóstico inicial Pregunte por el tipo exacto de tumor y solicite los informes completos de patología. Consulte si necesita pruebas adicionales, incluida la caracterización molecular. Solicite que le expliquen las alternativas terapéuticas antes de iniciar cualquier tratamiento. Busque segundas opiniones si tiene dudas. Aproveche el apoyo que brindan asociaciones de pacientes o grupos de personas que tienen experiencia en acompañamiento de este tipo de patologías
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16 de diciembre de 2025
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