Colombia, mayo de 2025. Según un informe de UNICEF, entre 2000 y 2023 se registró una
disminución del 40 % en las muertes maternas a nivel mundial. Sin embargo, cada dos
minutos, una mujer fallece a causa de las complicaciones que pueden preverse durante el
embarazo, el parto o el periodo de postparto. Esta realidad es alarmante; más aún, si se
considera que la mayor parte de estas pérdidas pueden ser evitadas con un adecuado acceso
a la atención prioritaria de la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido
en que esto se trata de una emergencia de salud pública que debe ser atendido de manera
urgente y desde todos los niveles del sistema de salud.
Para el 2024, más del 90% de las muertes maternas se concentran en países de ingreso bajo
y mediano bajo, donde las barreras geográficas, económicas o sociales limitan el acceso a la
atención de la salud. Esta desigualdad es uno de los principales factores que determinan si
una mujer sobrevive a una emergencia obstétrica. Las enfermedades no transmisibles como
la hipertensión y la diabetes también representan riesgos adicionales durante el embarazo,
lo que evidencia la necesidad de un enfoque integral que incluya tanto la salud física como
mental.
La mayoría de estas complicaciones se desarrollan en el transcurso del embarazo y, en su
mayoría, podrían prevenirse o tratarse a tiempo. Algunas condiciones preexistentes también
pueden agravarse durante el tiempo de gestación si no se atienden de manera oportuna. Se
atribuye alrededor del 75% de las muertes maternas a las siguientes causas principales:
• Hemorragias graves, especialmente después del parto.
• Infecciones, usualmente posteriores al parto.
• Hipertensión gestacional, como la preeclampsia y la eclampsia.
• Problemas durante el parto.
• Abortos inseguros.
Durante el embarazo, mantener un peso saludable, seguir una alimentación equilibrada y
realizar actividad física moderada son prácticas saludables para la madre y el bebé. Se sugiere
un aumento progresivo de peso, rangos de consumo para las frutas, las verduras, los cereales
integrales, las proteínas magras, productos lácteos con bajo contenido en grasa y evitar el
alcohol, el exceso de cafeína y los alimentos de alto riesgo. Adicionalmente, la realización de
al menos 150 minutos semanales de actividad física (caminar, yoga prenatal) previene
complicaciones como la diabetes gestacional y favorece una mejor recuperación del
postparto.
El doctor Alejandro Rivas, Gerente de la Red Médica de emi Falck y Faculty en el Centro de
Entrenamiento CEMI para Colombia de la American Heart Association, señala: "Cada minuto
cuenta cuando se trata de la vida de una madre y su bebé. Por eso, se debe contar con
sistemas de respuesta prioritaria que no solo contemplen el desplazamiento, sino también la
estabilización en el lugar y la comunicación permanente con la red hospitalaria. La misión
debe ser salvar vidas desde el primer contacto".
En emi Falck reafirmamos nuestro compromiso con una atención prehospitalaria orientada a
salvar vidas, garantizando la atención de emergencias obstétricas de manera oportuna y con
el personal capacitado.