El agua es un recurso estratégico. Su gestión inteligente marcará el futuro del desarrollo
en Latinoamérica.
La escasez de agua, el cambio climático, las pérdidas masivas y la presión regulatoria
obligan a las empresas del sector en América Latina a evolucionar rápidamente. La
digitalización no es solo una tendencia, es una necesidad operativa y financiera.
Las empresas del sector del agua en América Latina enfrentan desafíos estructurales y ambientales
cada vez más complejos: desde el crecimiento acelerado de la población urbana y el cambio
climático, hasta infraestructuras obsoletas, pérdidas técnicas y comerciales elevadas, y una
presión creciente por cumplir normativas ambientales más exigentes.
Según el Banco Mundial, en algunos países de la región se pierde hasta el 50% del agua potable en
las redes de distribución, una cifra muy por encima del promedio global. Además, gran parte de las
redes de acueducto y alcantarillado están envejecidas, con sistemas de medición poco confiables o
inexistentes. Esta situación representa un reto económico, ambiental y social que requiere
soluciones urgentes.
Frente a este contexto, expertos del sector coinciden que la inversión tecnológica es clave. Jesús
Sánchez, CMO de Open Intelligence lo resume así: “Las soluciones digitales no solo permiten
asegurar un suministro resiliente y eficiente, sino que también permiten incluir a los clientes
finales en el ciclo del agua y apoyar estrategias de uso razonable del servicio”.
Una de estas soluciones es Smartflex, una plataforma integral diseñada para empresas de servicios
públicos. Combina un Sistema de Información al Cliente (CIS) con módulos de Gestión de Datos de
Medición (MDM), Gestión Móvil de la Fuerza Laboral (MWM) y un portal de autoservicio. Esta
tecnología permite mejorar la eficiencia operativa y transformar la relación con el cliente.
Beneficios de invertir en soluciones tecnológicas para empresas de agua
1. Ayuda a la gestión de cobros sobre agua no contabilizada
Uno de los retos más críticos en América Latina es el control del agua no contabilizada (ANC), es
decir, el volumen que se pierde por fugas, fraudes, conexiones clandestinas o errores de medición.
Estas pérdidas afectan directamente los ingresos de las empresas operadoras y complican la
sostenibilidad del servicio.
Bajo la implementación de medidores inteligentes de agua soportados por Smartflex, permite una
lectura remota y precisa del consumo en tiempo real. Esto facilita la detección temprana de
consumos atípicos, mejora la exactitud en la facturación y promueve un uso más eficiente del
recurso hídrico. Al combinar plataformas de análisis con tecnologías de medición avanzadas, las
empresas pueden identificar puntos críticos de pérdida, optimizar el mantenimiento de redes y
fortalecer la sostenibilidad de su operación.
2. Transforma la experiencia de sus clientes con inteligencia artificial
La experiencia del cliente es otro desafío creciente para las operadoras de agua en Latinoamérica,
donde aún existen trámites presenciales innecesarios, falta de canales digitales y baja satisfacción
del usuario.
Smartflex automatiza y digitaliza la atención al cliente mediante sistemas multicanal, como
chatbots, asistentes virtuales con inteligencia artificial (IA), y portales de autoservicio que
permiten a los usuarios consultar consumos, pagar facturas o reportar problemas desde cualquier
dispositivo.
Esto no solo mejora la eficiencia del servicio, sino que fortalece la relación con los usuarios, reduce
tiempos de espera y genera una imagen moderna, transparente y orientada a las necesidades del
consumidor actual.
3. Ayuda a la adaptación ágil a marcos regulatorios
En muchos países de América Latina, los entes reguladores están elevando los estándares
ambientales y de eficiencia. Por ejemplo, se impulsa cada vez más la reutilización de aguas grises,
la reducción de pérdidas, y la trazabilidad del recurso hídrico.
Gracias a su arquitectura moderna, Smartflex permite que las empresas de servicios públicos
puedan adaptarse fácilmente a los cambios normativos sin necesidad de complejos procesos de
desarrollo de software, ayudando a contar con la agilidad necesaria para cumplir con nuevas
regulaciones y avanzar hacia una operación más sostenible y transparente.
4. Aumenta la rentabilidad y reduce costos
Un estudio de McKinsey reveló que las empresas de servicios públicos que adoptan tecnologías
inteligentes pueden reducir más del 25% de sus costos operativos. En América Latina, donde
muchas operadoras trabajan con márgenes ajustados y recursos limitados, esta eficiencia es
crucial.
Soluciones como Smartflex apoyan la automatización de procesos administrativos y operativos,
disminuyendo la carga de tareas manuales y permitiendo una gestión más ágil de los recursos. Así
mismo, en este ecosistema digital, los procesos de medición inteligente de agua soportados por
Smartflex juegan un rol fundamental. Al ofrecer datos precisos en tiempo real y habilitar la lectura
remota, se reducen costos relacionados con la medición manual, el control de fraudes y la
atención a reclamos por errores de facturación.
La transformación digital del sector hídrico en América Latina, impulsada por soluciones como
Smartflex, representa una oportunidad estratégica para modernizar la gestión del agua. No se
trata solo de optimizar el uso del recurso, sino de habilitar al cliente como actor fundamental del
ciclo del agua, mejorar significativamente la relación con los usuarios y ayudar el cumplimiento de
normativas cada vez más exigentes. Las empresas que apuesten por esta modernización
tecnológica no solo fortalecerán su competitividad en el corto plazo, sino que construirán un
modelo de gestión más resiliente, eficiente y sostenible, preparado para los desafíos del futuro.