Bogotá, 26 de Junio de 2025. La protección del patrimonio y la gestión
eficiente de los activos son pilares fundamentales para una buena planificación
financiera. En este contexto, los fideicomisos se consolidan como una herramienta
legal flexible, segura y eficaz, mediante la cual una persona puede transferir bienes
— como dinero, propiedades o acciones — a un fideicomiso, administrado por una
Fiduciaria conforme a reglas previamente establecidas.
Además de permitir una organización estructurada del patrimonio, garantizar su
adecuada administración y facilitar su transferencia ordenada a futuras
generaciones, los fideicomisos contribuyen a prevenir conflictos entre herederos y
optimizan aspectos fiscales. También, se destaca la planificación del impuesto
sobre ganancia ocasional que genera la herencia, la mitigación de riesgos frente a
embargos, un gobierno obligatorio para la familia y una estructura que facilita la
vida
Ahora, entendiendo el contexto colombiano, a la hora de establecer un fideicomiso
es clave considerar aspectos relevantes como:
● Objetivos y necesidades específicas.
● Identificar a las personas o entidades que serán beneficiados con el
fideicomiso.
● Evaluar cuidadosamente la cantidad de activos y dinero disponible para
transferir.
● Contar con la asesoría de un experto.
“De acuerdo con las cifras de la Superintendencia Financiera de Colombia, las
sociedades fiduciarias para finales de marzo de este año, administran activos por
$1.079,8 billones, registrando un aumento de $5,9 billones de pesos. Esto
demuestra la confianza que los inversionistas depositan en la figura para
organizar sus recursos y mitigar riesgos”, señaló Ernesto Villamizar,
Presidente de Credicorp Capital Fiduciaria, Compañía del Grupo
Credicorp.
Esta herramienta, que ofrece orden y seguridad, se caracteriza por su
adaptabilidad. Puede emplearse con fines de inversión, administración, garantía o
desarrollo inmobiliario, y operar incluso con activos ubicados en el extranjero, con
ciertas condiciones. También, resultan en muchos casos más eficientes que las
sociedades para preservar el patrimonio.
Vale la pena resaltar que existen diferentes tipos de fideicomisos, tales como:
● Empresariales: son estructuras para la gestión profesional y los negocios.
Permiten proteger activos estratégicos, organizar procesos de sucesión
dentro de las compañías y facilitar la continuidad operativa de cambios
imprevistos o generacionales. También ofrecen garantías para acreedores y
mayor confianza frente a inversionistas externos.
● Inmobiliarios: actúan como impulsores del desarrollo urbanístico en el
país. Estos participan en los proyectos de construcción, brindando
confianza, administración eficiente de recursos, acceso a financiación y
garantía en la ejecución de los bienes destinados al proyecto.
● Familiares: están diseñados específicamente para preservar y transferir el
patrimonio familiar entre generaciones. Ofrecen control sobre cómo y
cuándo los beneficiarios recibirán los activos.
“Un fideicomiso bien estructurado, además de proteger el patrimonio para las
futuras generaciones, también permite que las personas planifiquen su retiro con
tranquilidad, asegurando que sus activos sean administrados profesionalmente y
con base en sus propios objetivos preestablecidos”, concluyó Villamizar.
Este contenido forma parte de Edu Capital, una plataforma de educación financiera
de Credicorp Capital, orientada a fortalecer el conocimiento de los inversionistas en
temas clave como la sucesión patrimonial, el manejo del riesgo y la toma de
decisiones informadas.