Buenos Aires, 25 de noviembre de 2025 - En los últimos años, un nuevo paradigma comenzó a ganar terreno en el ámbito laboral: el neuromanagement. Cada vez más presente en el mundo corporativo, este enfoque combina avances de la neurociencia con herramientas de liderazgo y gestión de equipos para comprender con mayor profundidad cómo se desempeñan los colaboradores en el trabajo e identificar oportunidades de mejora. WeWork - la compañía líder a nivel mundial en espacios flexibles de trabajo - realiza un breve análisis sobre este enfoque y presenta una serie de ventajas que surgen de su adopción.
Según diversos autores, el neuromanagement es una disciplina que combina aportes de las neurociencias con prácticas de gestión empresarial, aplicando conocimientos sobre el funcionamiento cerebral —tanto cognitivo como emocional— a la administración del talento. Esta corriente se apoya en evidencia científica para comprender mejor cómo piensan, sienten y actúan las personas en el trabajo, con el propósito de potenciar su desempeño, impulsar una gestión del talento más efectiva y contribuir a crear entornos laborales más sanos, motivadores y eficientes.
El interés global por este enfoque no es casual. A inicios del 2025, durante el foro Davos 2025, líderes de todo el mundo hicieron especial hincapié en la salud del cerebro como eje del futuro del trabajo y la resiliencia organizacional. En ese marco, tomó fuerza el concepto de “capital cerebral”, que reúne bienestar mental, rendimiento cognitivo y resiliencia emocional como motores del crecimiento económico y humano, una visión que ya se está extendiendo en el ámbito empresarial a través del uso de métricas neurobiológicas para orientar la toma de decisiones.
Según el Informe sobre el Futuro del Trabajo 2025 del Foro Económico Mundial, aquellas empresas que inviertan en la salud cerebral y el bienestar de sus empleados pueden mejorar el rendimiento y potencialmente impulsar el PIB mundial hasta en un 12%. Con esto en mente, surge la pregunta: ¿qué puede hacer el neuromanagement por una empresa y sus colaboradores?
- Optimización del rendimiento individual. El neuromanagement permite mejorar de manera significativa la concentración, el enfoque y la toma de decisiones mediante protocolos neurocientíficos diseñados para activar áreas clave del cerebro como la corteza prefrontal, la amígdala y el hipocampo. Estas herramientas favorecen la autorregulación emocional y elevan el rendimiento cognitivo diario.
- Planificación estratégica del talento basada en ritmos cerebrales. Las compañías pueden optimizar el trabajo de sus colaboradores al considerar variables como ciclos de energía, momentos de mayor creatividad o señales tempranas de agotamiento. Con esta información, es posible asignar tareas con mayor inteligencia, mejorar la eficiencia operativa y crear rutinas más saludables y productivas adecuadas a las necesidades de cada trabajador.
- Protección frente al estrés y prevención del agotamiento. Este enfoque introduce prácticas neurocientíficas que reducen significativamente el impacto del estrés laboral. Estas herramientas ayudan a los colaboradores a mantener claridad mental, foco y creatividad incluso en escenarios de alta demanda.
- Cultural empresarial orientada al propósito y al aprendizaje continuo. Impulsa una cultura organizacional que favorece la comprensión mutua, el desarrollo continuo y la neuroplasticidad. Las empresas que adoptan este enfoque fortalecen su capacidad de adaptación, promueven entornos más humanos y construyen equipos que aprenden continuamente, se ajustan y mejoran de manera constante.
Bajo este enfoque, es fundamental formar líderes capaces de comprender cómo funciona el cerebro humano y de aplicar ese conocimiento en su día a día al interior de sus equipos. De esta manera, este liderazgo neuroconciente está más preparado para regular sus propias emociones y la de los miembros de su equipo, identificar sesgos y tomar decisiones con mayor claridad incluso en escenarios de alta presión. Para impulsarlos, las empresas pueden aplicar tácticas basadas en neurociencia, como entrenamientos breves de atención plena, técnicas de regulación emocional para manejar el estrés en tiempo real y ejercicios de reflexión que fortalezcan la empatía, la escucha activa y la flexibilidad cognitiva.
“En un escenario empresarial profundamente transformado por la inteligencia artificial, la ventaja real está en reforzar aquello que ninguna tecnología puede reemplazar: la inteligencia humana. El neuromanagement nos invita a poner el bienestar cerebral en el centro de la estrategia empresarial, integrando neurociencia y herramientas digitales para construir organizaciones más sostenibles, éticas y con un rendimiento que realmente perdure en el tiempo. A medida que aumentan las demandas cognitivas y la velocidad del cambio, comprender cómo funciona el cerebro se vuelve indispensable para tomar mejores decisiones. Aquellos que adopten este enfoque no solo serán más competitivos, sino también más capaces de crear entornos de trabajo más saludables y productivos.” Señaló Romina Diepa, Head of People de WeWork Cono Sur.
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