Bogotá – abril de 2025. Después de la pandemia, los entornos escolares
enfrentaron nuevos retos en torno al aprendizaje, lo que llevó a repensar y
redefinir las estrategias educativas. La transición abrupta a la educación virtual
evidenció la necesidad de modelos más flexibles que permitieran un aprendizaje
significativo, tanto en espacios presenciales como digitales, todo esto haciendo
uso de herramientas tecnológicas innovadoras. Sin embargo, esto también implicó
un aumento en el tiempo que estaban pasando los estudiantes frente a las
pantallas, y si bien la tecnología es una herramienta poderosa para la educación,
su exceso también puede generar consecuencias en el desarrollo integral de los
estudiantes.
Buscando una solución ante este panorama, el año pasado los colegios miembros
de la Unión de Colegios Internacionales (UNCOLI) implementaron una política de
prohibición de uso de teléfonos celulares en sus instalaciones. “Esta medida
surgió de la preocupación compartida por los rectores sobre el impacto negativo
del uso indiscriminado de dispositivos electrónicos en el bienestar y rendimiento
académico de los estudiantes. Y es que diversos estudios han señalado que la
presencia constante de estos dispositivos puede afectar la salud mental de los
jóvenes, fomentar comportamientos adictivos, disminuir la calidad de las
interacciones entre sus pares, reducir el rendimiento académico e incrementar la
distracción o los casos de bullying y ciberacoso”, aseguró José Miguel Rodríguez,
coordinador de Bachillerato de The English School.
Rodríguez compartió algunos beneficios que se han visto en el desarrollo integral
de los estudiantes desde la implementación de esta iniciativa:
1. Mejor dinámica y disminución de distracción en clase
2. Disminución en situaciones de presunto acoso escolar
3. Socialización en los espacios de descanso y almuerzo
4. Aumento en el rendimiento académico
En colegios como The English School, esta medida de prohibición se empezó a
implementar desde prejardín hasta noveno grado durante todo el transcurso del
horario escolar y, para el caso de los grados décimo y once, se aplicó únicamente
dentro de los salones de clase, espacios formativos y rutas. Por su parte, la
institución lanzó el Mes sin Dispositivos Electrónicos, un evento en el que se
concientiza a los estudiantes sobre el uso responsable de la tecnología y el cual
se llevará a cabo el próximo mes de abril en su cuarta versión.
Durante esta fecha, los alumnos no harán uso de dispositivos electrónicos y los
celulares dejarán de ser los protagonistas para ceder su lugar a la creatividad, el
pensamiento crítico y el aprendizaje a través de experiencias prácticas. Los
estudiantes participarán en debates y juegos de rol que fomentarán la reflexión y
el intercambio de ideas sin depender de pantallas. A su vez, los profesores no
usarán pizarras digitales o computadoras portátiles, por el contrario, se volverá a
la escritura en cuadernos y el aprendizaje de algunas materias será al aire libre,
acá la naturaleza se convertirá en una herramienta clave para el aprendizaje,
permitiendo a los estudiantes explorar e interpretar los símbolos de su entorno al
recrearlos con elementos naturales. Además, se valorará la lectura como fuente
de conocimiento y pensamiento crítico y en cada actividad la interacción social
será fundamental, con lo cual el aprendizaje tomará una perspectiva más auténtica
y enriquecedora.
“En un mundo cada vez más digitalizado, es fundamental que los jóvenes
aprendan a manejar estos recursos de manera equilibrada, aprovechándolos para
su desarrollo académico y personal sin caer en la dependencia. Con el desarrollo
de eventos como el Mes sin Dispositivos Electrónicos, promovemos una
educación digital consciente, donde los estudiantes comprenden cuándo, cómo y
para qué utilizar estos dispositivos. De esta manera, se logra un aprendizaje más
efectivo, se refuerzan habilidades de autocontrol y se fortalece su capacidad de
concentración e interacción social en los entornos escolares y cotidianos”, añadió
Natalie Fisher, líder de servicio como acción de The English School.
Por su parte, se ha presentado un aumento en la concientización por parte de los
padres de familia frente a los beneficios de esta iniciativa en los espacios
formativos de sus hijos. De allí que las familias estén siendo las primeras en
ayudar a la institución a regular el uso de los dispositivos electrónicos en sus hijos,
esto gracias al trabajo de sensibilización que el colegio ya venía realizando desde
años atrás.
En los próximos años, medidas de este tipo continuarán siendo claves para que
los colegios logren encontrar un equilibrio entre la tecnología y el aprendizaje
efectivo, garantizando así hábitos saludables en sus estudiantes.
Para mayor información visite: https://www.englishschool.edu.co/