Bogotá, julio de 2025. En el marco del Día Internacional Libre de Bolsas Plásticas,
Makro celebra un hito ambiental significativo: cuatro años consecutivos sin vender
bolsas plásticas de un solo uso en sus tiendas de Colombia. Esta decisión, que
forma parte de su estrategia integral de sostenibilidad, ha permitido reducir de
manera contundente su huella ambiental en el país.
Desde que implementó esta medida en 2021, la compañía ha evitado la circulación
de más de 3 millones de bolsas plásticas, lo que equivale a 88 toneladas de plástico
de un solo uso que no terminaron en vertederos ni ecosistemas naturales. Para
dimensionar la cantidad de plástico de la que estamos hablando, es como si todos
los asistentes a los 60 conciertos de la gira de estadios de Karol G hubieran llevado
1 botella plástica de 1 litro, suficiente para cubrir nueve veces la Plaza de Bolívar en
Bogotá. Esta estrategia se suma al cambio por bolsas de caña de azúcar para la
compra a granel de frutas y verduras que generan un menor impacto ambiental en
todo su ciclo de vida 1 .
El compromiso de Makro va más allá de esta acción. La compañía viene impulsando
un plan estructurado de sostenibilidad que incluye la transformación de sus
empaques, con rediseños en marcas propias para incorporar materiales reciclados y
facilitar su disposición final, así como una gestión más responsable de los recursos
a nivel logístico y operativo.
Uno de sus principales retos es la disminución del desperdicio de alimentos, por eso
no solo el rescate de alimentos a través de ABACO ha sido fundamental, sino
también campañas innovadoras como el “Sticker Salva-Vidas”, que promueve la
reducción del desperdicio de alimentos a través de un sistema por colores que
ayuda a los clientes a identificar el nivel de maduración de frutas y verduras y les
sugiere recetas para que aprovechen el alimento en cualquier estado. Esta iniciativa
ha sido reconocida a nivel internacional como una práctica efectiva de consumo
consciente y reducción de desperdicios.
Asimismo, Makro ha logrado certificar 11 de sus tiendas con el sello LEED,
demostrando altos estándares de construcción sostenible, convirtiéndose en pionero
en el sector retail en alcanzar esta distinción.
“La sostenibilidad es parte del ADN de Makro. No se trata solo de eliminar bolsas
plásticas, sino de transformar profundamente nuestra relación con el medio
ambiente y con nuestros clientes. Queremos ser una marca que inspire acciones
reales, medibles y sostenibles en todo el país”, afirmó Nicolás Tobón, CEO de
Makro Colombia.
Estas acciones se articulan con la plataforma “Makro también es mikro”, que busca
ampliar el impacto positivo de la marca hacia nuevos públicos. Esta estrategia
refleja una transformación que no solo beneficia al canal mayorista, sino que
también ofrece a las familias colombianas la posibilidad de acceder a productos en
presentaciones flexibles, a precios bajos y sin necesidad de membresía.
Con más de 30 años en el país, Makro se consolida como una empresa
comprometida con el desarrollo sostenible y la construcción de un modelo de
negocio que equilibre el crecimiento económico con el bienestar social y ambiental.