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La IA ya transforma la educación creativa en Colombia, pero ¿con qué ética?

6 de noviembre de 2025 por
La IA ya transforma la educación creativa en Colombia, pero

¿con qué ética?
ACIS

• En Colombia, la adopción de la inteligencia artificial en el ámbito educativo

avanza con rapidez, aunque todavía presenta retos estructurales.

Bogotá, noviembre de 2025. La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el ámbito

de la educación creativa, modificando procesos, metodologías y formas de pensar.

Lo que hace unos años parecía un escenario futurista, hoy es una realidad palpable

en las aulas de diseño, publicidad y comunicación visual. En este nuevo contexto, la

clave no está solo en adoptar herramientas, sino en cultivar el criterio necesario

para usarlas con responsabilidad y profundidad.

“La IA se alimenta de productos desarrollados por profesionales con criterio,

pensamiento estratégico y mirada entrenada. Solo una persona experimentada

puede discernir lo excelente de lo bueno, lo regular o lo mediocre”, señala Juan

Carlos Gauli, director del área de audiovisual y creación gráfica de la

universidad española UDIT.

El debate ya no gira en torno a si debe utilizarse inteligencia artificial en el aula, sino

en cómo y para qué integrarla. Desde su uso para generar referencias visuales

hasta su aplicación en evaluaciones automatizadas, la IA plantea un nuevo

paradigma educativo. Sin embargo, la incorporación de estas tecnologías exige más

que dominio técnico: demanda pensamiento crítico, criterio ético y comprensión

profunda.

“Más importante que saber usar una plataforma es saber por qué usarla. Enseñar

con IA implica también enseñar a detenerse, a dudar, a justificar las elecciones

creativas en un entorno donde todo puede resolverse en segundos, pero no

necesariamente con profundidad”, agrega Gauli.

Este enfoque obliga a replantear la forma en que se evalúa el aprendizaje. La

capacidad de la IA para generar textos, imágenes o propuestas visuales de forma

casi instantánea lleva a cuestionar el valor del proceso frente al producto. Por ello,

muchas instituciones han comenzado a exigir no solo entregas finales, sino también

procesos documentados: bocetos, versiones intermedias, decisiones descartadas y

reflexiones argumentadas.

“Este enfoque busca garantizar que la IA no sustituya la comprensión, la

investigación ni el desarrollo conceptual, sino que los potencie”, sostiene el

académico de UDIT.


COMUNICADO DE

PRENSA


En Colombia, la adopción de la inteligencia artificial en el ámbito educativo avanza

con rapidez, aunque todavía presenta retos estructurales. Según el Ministerio TIC y

el BID (2024), solo el 32 % de las instituciones educativas del país ha implementado

herramientas de IA, mientras que más del 70 % de los docentes considera que

transformará la enseñanza en los próximos cinco años.

No obstante, esta visión optimista contrasta con una realidad más compleja: el 68 %

de los jóvenes universitarios asegura haber usado plataformas como ChatGPT para

apoyar sus estudios, pero apenas el 27 % ha recibido formación formal sobre su uso

ético y responsable (Observatorio de la Universidad Colombiana, 2024).

Estos datos reflejan una necesidad urgente: formar pensamiento crítico y

competencias digitales, más allá del simple dominio técnico de plataformas

específicas. En un país donde las habilidades digitales representan el 35,1 % de la

brecha tecnológica nacional (MinTIC, 2023), la educación creativa tiene el desafío

de acompañar a los estudiantes no solo en el uso de nuevas tecnologías, sino en su

comprensión profunda, cuestionamiento ético y aplicación con criterio e intención.

“La inteligencia artificial ya transforma la educación creativa, pero más allá de su

uso técnico, el verdadero reto es desarrollar pensamiento crítico, ética y

comprensión profunda. No se trata solo de integrar herramientas, sino de formar

creadores responsables que comprendan cuándo y cómo usar la IA sin perder la

autoría ni la intención detrás de su trabajo”, concluye Gauli, académico en UDIT,

Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología.

En un entorno en el que las máquinas pueden ejecutar tareas, el verdadero valor

seguirá estando en la mirada humana, en su capacidad para interpretar,

contextualizar y decidir. La presencia de la IA en el aula no puede ni debe ignorarse.

Pero su incorporación requiere reflexión, criterio y visión. No basta con permitir o

prohibir: es momento de repensar el sentido de la educación creativa en la era de la

inteligencia artificial.

La IA ya transforma la educación creativa en Colombia, pero

¿con qué ética?
ACIS 6 de noviembre de 2025
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