Bogotá, D.C. 13 de mayo de 2025. Este martes, Medellín se convierte en el epicentro del II Congreso Mundial de Pasifloras, un evento clave para el futuro de la industria de frutas exóticas. Con el lema Pasión Pasifloras, el congreso, reunirá durante dos días, a productores, exportadores, autoridades, y expertos internacionales para discutir el crecimiento, las oportunidades y los desafíos que enfrenta uno de los sectores agrícolas con mayor potencial en el país.
Colombia, conocida por su biodiversidad única, es uno de los principales productores de pasifloras a nivel mundial. En los últimos ocho años, la producción nacional ha crecido un 64%, pasando de 193 mil toneladas a más de 316 mil en 2023. No son sólo cifras: es la prueba de que este sector avanza, se fortalece y está listo para dar el siguiente gran salto. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, el país solo exporta el 4% de su producción, lo que resalta una oportunidad desaprovechada para acceder a mercados internacionales de alto potencial.
Marisol Parra, directora ejecutiva de Avance Pasiflora, durante la apertura del evento, destacó la importancia de aprovechar este momento para impulsar las exportaciones y fortalecer la cadena de valor. “Colombia tiene todo para ser líder en el mercado global de pasifloras. Sin embargo, debemos trabajar más en aumentar nuestra competitividad, mejorar los estándares de calidad y abrir nuevas puertas en mercados clave como Estados Unidos y Europa".
El II Congreso Mundial de Pasifloras abordará las estrategias necesarias para superar los obstáculos actuales. A pesar de la demanda creciente de frutas exóticas, los productores colombianos aún enfrentan barreras como el acceso limitado a mercados internacionales y la falta de inversión en tecnología e innovación. Para Marisol Parra, el congreso será un punto de partida fundamental para cerrar estas brechas: “Hoy, el desafío más grande es garantizar que nuestra producción se traduzca en exportaciones que beneficien a nuestras familias productoras. En Avance Pasiflora, trabajamos con aliados estratégicos como el ICA y ProColombia para asegurar que nuestras frutas lleguen a los mercados más exigentes.”
En cuanto al impacto social, la industria de pasifloras es un motor de desarrollo rural, generando más de 4.000 empleos directos en más de 837 hectáreas cultivadas, con un 50% de la mano de obra femenina. Este aspecto, según Parra, no solo contribuye a la economía local, sino que también mejora las condiciones de vida de más de 15.000 familias.
Las perspectivas son prometedoras, con exportaciones de gulupa, maracuyá y curuba que muestran una aceptación creciente, particularmente en el mercado europeo. Sin embargo, el sector necesita adaptarse a los estándares internacionales para sostener el crecimiento.
En resumen, el II Congreso Mundial de Pasifloras se presenta como una plataforma estratégica para impulsar el crecimiento de la industria, abordar los desafíos pendientes y explorar las vastas oportunidades que ofrece el mercado global.
El II Congreso Mundial de Pasifloras es financiado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con recursos del Fondo Nacional de Fomento Hortofrutícola, administrado por la Asociación Hortofrutícola de Colombia-ASOHOFRUCOL.