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El lado oculto de las quemaduras en diciembre: las secuelas que no se ven y pueden ser permanentes

5 de diciembre de 2025 por
El lado oculto de las quemaduras en diciembre: las secuelas que no se ven y pueden ser permanentes
ACIS

Bogotá, Diciembre de 2025 — Diciembre es una época de celebración, encuentros y tradición. Sin embargo, también se ha consolidado como uno de los meses más críticos para los servicios de urgencias pediátricas en Colombia. El incremento en el uso de pólvora, la manipulación de líquidos calientes en reuniones familiares y el uso de luces navideñas sin las medidas de seguridad adecuadas hacen que las quemaduras sean uno de los accidentes más frecuentes en niños, adolescentes y jóvenes. Aunque muchos accidentes parecen superficiales, la realidad clínica muestra que incluso lesiones pequeñas pueden dejar secuelas permanentes si no reciben una atención especializada desde el primer momento.

A nivel local, el Hospital ha evidenciado que diciembre continúa siendo el mes con mayor incidencia de quemaduras, especialmente en niños y adolescentes. Durante esta temporada, la institución registra un incremento sostenido en los casos por pólvora; en años anteriores se atendieron entre 35 y 45 pacientes, de los cuales cerca del 40% al 50% estuvieron relacionados con el uso inadecuado de estos artefactos. Esta tendencia refuerza la importancia de la prevención y del acceso oportuno a atención especializada para evitar secuelas graves.

El servicio de Cirugía Plástica del Hospital Infantil Universitario de San José advierte que las quemaduras más frecuentes en diciembre siguen siendo las causadas por líquidos calientes, especialmente en niños entre los 2 y 5 años. A esto se suman quemaduras por aceite durante la preparación de alimentos navideños, lesiones por velas durante el Día de las Velitas y, en menor medida, lesiones por pólvora.

“Las quemaduras por líquidos calientes siguen siendo las más graves en niños durante diciembre. Un descuido en la cocina o un recipiente con agua o aceite hirviendo puede causar lesiones profundas en cuestión de segundos”, señala el Doctor Jorge Poveda, Cirujano plástico, estético y reconstructivo.

Muchas familias creen que una quemadura termina cuando la piel cicatriza, pero la realidad clínica demuestra que las complicaciones pueden aparecer meses después, afectando tanto la función como la estética de la zona comprometida.

 Entre las secuelas más frecuentes se encuentran:

  • Cicatrices permanentes, incluyendo queloides y manchas.
  • Retracciones y contracturas, especialmente en párpados, cuello y manos, que pueden limitar la movilidad y afectar el crecimiento del niño.
  • Necesidad de cirugías reconstructivas para liberar bridas, reponer piel o corregir deformidades.
  • Riesgo de infecciones graves, cuando la quemadura no se maneja adecuadamente desde el inicio.
  • Impacto emocional y psicológico, que en muchos casos requiere acompañamiento especializado.

“Una quemadura profunda mal manejada puede comprometer la movilidad de los dedos, la capacidad de cerrar los ojos o incluso el desarrollo normal del niño. El manejo especializado desde el primer momento es determinante”, enfatiza el Poveda.

El Hospital recuerda que una quemadura extensa en un niño puede implicar pérdida acelerada de líquidos y electrolitos, poniendo en riesgo su vida si no recibe un manejo hospitalario inmediato con reposición intravenosa y curaciones especializadas.

Errores comunes que empeoran la lesión

Cada diciembre, los especialistas identifican intervenciones caseras que agravan la quemadura y aumentan la probabilidad de cicatrices definitivas. Entre los errores más frecuentes están:

  • Subestimar la lesión y consultar tardíamente, lo que permite que la quemadura se profundice.
  • Aplicar sustancias caseras como crema dental, café, aceites, sábila o incluso tierra.
  • No retirar la ropa impregnada con aceite caliente, permitiendo que el calor siga quemando la piel.
  • Reventar ampollas o desprender piel suelta.
  • No acudir a un centro médico por temor a sanciones, especialmente cuando la lesión ocurre bajo supervisión inadecuada.

“Ninguna sustancia casera cura una quemadura. Enfriar el área con agua a temperatura ambiente y consultar de inmediato puede ser la diferencia entre una lesión superficial y una secuela permanente”, enfatiza el especialista.

Aunque el Hospital Infantil Universitario de San José no es un centro con unidad de quemados, sí cuenta con la infraestructura y los protocolos necesarios para garantizar el manejo inicial especializado del paciente pediátrico. La institución aplica guías y flujogramas clínicos para la atención de quemaduras, realiza lavado quirúrgico y desbridamiento en sala de cirugía cuando se requiere retirar tejido comprometido y maneja la reposición de líquidos con protocolos estandarizados que resultan esenciales en quemaduras profundas y extensas. 

Además, dispone de una clínica de heridas con apósitos avanzados, cremas especializadas y productos con enzimas que ayudan a prevenir infecciones y favorece a una cicatrización adecuada. También cuenta con la capacidad de realizar injertos de piel mediante equipos especializados como dermátomos eléctricos y ofrece acceso a cultivos de dermis que permiten regenerar piel en casos seleccionados.

Cuando un paciente necesita hospitalización en unidades especiales o un manejo prolongado, el Hospital realiza la remisión a centros que cuentan con pabellones exclusivos para quemados. Esto garantiza el cumplimiento de la normatividad y asegura una atención segura y adecuada para cada caso.

Recomendaciones clave para las familias

  • No permitir que los niños manipulen pólvora ni estén cerca de quienes lo hacen.
  • Evitar que los menores permanezcan en la cocina durante la preparación de alimentos.
  • Revisar instalaciones eléctricas y evitar sobrecargas con luces navideñas.
  • Mantener líquidos y recipientes calientes lejos del alcance de los niños.

En caso de una quemadura:

  • Enfriar el área con agua a temperatura ambiente por 10 a 20 minutos.
  • No usar remedios caseros.
  • No reventar ampollas ni retirar piel desprendida.
  • Acudir de inmediato a un servicio de urgencias.

Con la llegada de la temporada decembrina, el Hospital Infantil Universitario de San José hace un llamado contundente a padres y cuidadores: la prevención es clave, pero la atención oportuna es determinante para evitar daños irreversibles. “Nuestro compromiso es garantizar un manejo seguro y especializado. Una consulta temprana puede cambiar por completo el futuro de un niño con quemaduras”. Agrega el Doctor Poveda 

La institución reafirma su rol como referente en atención integral y segura, promoviendo acciones que protejan la salud de los niños y eviten secuelas que pueden acompañarlos para toda la vida.


Acerca del Hospital Infantil Universitario de San José 

El Hospital Infantil Universitario de San José presta sus servicios de salud de alta complejidad con énfasis en atención materno-infantil y de trauma con altos niveles de calidad, que soporta prácticas docentes y de investigación. Se destaca por su acreditación otorgada por el ICONTEC y su reconocimiento como Hospital Universitario que ratifica que la atención en salud está centrada en el paciente y su familia, garantizando mayor seguridad en la atención y un mejoramiento continuo en los procesos. Es un referente académico para la formación de talento humano mediante la relación docencia – servicio que tiene con la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud - FUCS.  Ha sido el último hospital rescatado en Colombia, siendo anteriormente el Hospital Infantil Lorencita Villegas de Santos, abrió nuevamente sus puertas en el año 2006, es de carácter privado y cuarto nivel de complejidad. La excelencia, humanización e innovación del Grupo de San José, lo convierten en un ejemplo de empresa dedicada a mejorar la salud en Colombia con manos cálidas y confiables. 

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