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El estrés positivo, una herramienta para transformar la tensión en motivación

17 de diciembre de 2025 por
El estrés positivo, una herramienta para transformar la tensión en motivación
ACIS

Bogotá, 17 de diciembre de 2025. En un mundo que no se detiene, el estrés se ha vuelto parte de la rutina. Pero no toda tensión es enemiga cuando se reconoce y se canaliza, ya que puede transformarse en energía, enfoque y motivación para alcanzar metas.

En dosis moderadas, lo que la ciencia denomina eustrés, esta activación fisiológica mejora la atención, despierta la creatividad y potencia la capacidad de respuesta frente a los retos cotidianos. Sin embargo, cuando la tensión se mantiene sin pausas, el mismo mecanismo que impulsa a una persona puede convertirse en un enemigo silencioso para la salud física y mental.

“En esta época, los conflictos diarios son mucho menos vitales que hace varios milenios. Aun así, también podría decirse que son más numerosos y complejos; por eso, hoy encontramos personas que para su organismo es como si cazaran seis o siete tigres al día”, señala Diana Carolina Rodríguez, neuropsicóloga y directora del programa Versania Cuidado y Vida.

Esto ocurre porque, apenas el cerebro percibe una situación como potencialmente peligrosa, el sistema nervioso simpático entra en acción pues activa las glándulas suprarrenales y libera adrenalina y cortisol. Esa clásica respuesta de “lucha o huida” acelera el pulso, dilata las vías respiratorias y dirige la sangre hacia los músculos, preparando el cuerpo para enfrentar o escapar del peligro. El problema es que, en la vida moderna, las “amenazas” ya no son depredadores ni desastres naturales, sino reuniones, plazos o conflictos interpersonales, frente a los cuales el cuerpo sigue reaccionando con la misma intensidad.

“Como una respuesta a un estímulo determinado, el estrés es algo que hace parte de nosotros. No siempre tiene que ser dañino; también puede impulsarnos a actuar, a resolver problemas o a asumir nuevos desafíos con mayor claridad”, explica Viviana Zapateiro, psicóloga clínica adscrita a Colsanitas.

Para el sistema límbico, que es una parte primitiva del cerebro en comparación con otras regiones, es difícil diferenciar un peligro real de uno imaginario y aún más difícil categorizar los conflictos según su nivel de impacto en el bienestar. Por esta razón, el cuerpo puede reaccionar de la misma forma ante el ataque de un tigre que a un contratiempo en el trabajo

Según las especialistas, cuando la activación no encuentra descanso, aparecen señales que conviene escuchar como la depresión y/o ansiedad que son alteraciones en serotonina, dopamina y oxitocina, el síndrome metabólico que genera un aumento de glucosa, acumulación de grasa abdominal y resistencia a la insulina, gastritis y aumento de ácido gástrico por hiperactividad simpática, síndrome de intestino irritable, por la fuerte conexión cerebro-intestino, dolores musculares y tensión crónica, fatiga persistente, dificultades para dormir, irritabilidad y falta de concentración

Zapateiro y Rodríguez comparten estos hábitos, sencillos pero sostenibles, que ayudan a mantener el estrés en niveles balanceados y a potenciar el eustrés:

●      Haga ejercicio regularmente. La actividad física libera endorfinas y quema la energía acumulada en el estado de “lucha o huida”, además de prevenir enfermedades metabólicas.

●      Incluya una dieta equilibrada y beba suficiente agua. Comer con regularidad evita la ansiedad por hambre, los omega-3, magnesio y vitaminas B son clave en la producción de serotonina y dopamina. “Cuando estamos deshidratados o con hambre, nuestro cuerpo puede creer que estamos en peligro, por lo que también activa una respuesta que termina transformada en estrés”, advierte Rodríguez.

●      Evalúe sus emociones. La terapia psicológica y la meditación ofrecen herramientas para el autoconocimiento y la regulación emocional; identificar pensamientos distorsionados ayuda a filtrarlos antes de que disparen la alarma corporal.

●      Respire y haga pausas conscientes. Tres respiraciones profundas pueden frenar la cascada de cortisol y recuperar la claridad.

●      Duerma y recupérese sin culpa. El descanso reparador es esencial para la gestión hormonal y cognitiva.

●      Ponga límites. Aprender a decir “no” y priorizar tareas reduce la sobrecarga y protege la capacidad de respuesta.

El estrés no desaparece por decreto, pero sí puede transformarse. Con conocimiento, hábitos saludables y estrategias conscientes, la tensión deja de ser una carga para convertirse en un impulso de crecimiento y equilibrio. La clave no está en combatir la respuesta del cuerpo, sino en comprenderla y canalizarla a favor, cuando se logra hacer, la presión ya no paraliza y se convierte en una aliada para avanzar con mayor enfoque, energía y propósito.

El estrés positivo, una herramienta para transformar la tensión en motivación
ACIS 17 de diciembre de 2025
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