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Digitalización financiera en Colombia: ¿cómo democratizar el acceso a productos financieros?

11 de septiembre de 2025 por
Digitalización financiera en Colombia: ¿cómo democratizar el acceso a productos financieros?
ACIS

Bogotá, 10 de septiembre de 2025. Según el índice de Inclusión Financiera de Credicorp,

cuatro de cada diez colombianos aún están por fuera del sistema financiero formal. En un

país donde ahorrar, pedir un crédito o invertir sigue siendo un privilegio para pocos, la

digitalización comienza a cambiar las reglas del juego. Con un celular en la mano, hoy

millones de personas pueden conectarse al sistema financiero sin necesidad de una

sucursal, sin papeleos y sin estar dentro del circuito tradicional de la banca. Más que una

tendencia tecnológica, este proceso se ha convertido en una de las herramientas más

prometedoras para ampliar la bancarización en Colombia.

Brasil ha sido el referente más visible en la región. Desde el lanzamiento de PIX en 2020,

más de 70 millones de brasileños han utilizado esta plataforma para hacer pagos

instantáneos, sin costo y sin intermediarios. El impacto ha sido enorme: se redujo el uso del

efectivo, se facilitó la entrada al sistema financiero en zonas rurales y se generaron nuevas

oportunidades económicas para personas antes marginadas. Sin embargo, el caso

brasileño también dejó claro que la tecnología, por sí sola, no resuelve el problema. La

conectividad limitada, la baja alfabetización digital y la desconfianza en las plataformas

siguen siendo barreras profundas.

En Colombia, el desarrollo de Bre-B apunta en una dirección similar: permitir transferencias

inmediatas y gratuitas entre bancos y plataformas digitales. Sin embargo, el verdadero

cambio no está solo en cómo se paga, sino en todo lo que se habilita alrededor. La

digitalización está permitiendo que miles de personas accedan por primera vez a productos

financieros que antes parecían lejanos o inalcanzables.

Según el Índice de Inclusión Financiera 2024 de Credicorp, el 40% de los colombianos

aún no accede a servicios bancarios formales. Esta cifra evidencia que el reto no es

únicamente tecnológico, sino también estructural. La digitalización, entonces, no solo

resuelve la necesidad de enviar o recibir dinero, permite construir patrimonio, acceder a

crédito en condiciones dignas y desarrollar una relación activa con el sistema financiero.

Para muchas personas, representa la primera vez que se abre la puerta para invertir en

productos reales o recibir un préstamo sin depender de intermediarios informales.

“La digitalización financiera no solo implica tecnología, requiere crear condiciones para que

más personas accedan y tomen decisiones sobre su dinero de forma informada. Es esencial

combinarla con programas de alfabetización, educación financiera diferenciada e

infraestructura que permita la conectividad.”, explica Catalina Morales, Gerente de

Sostenibilidad – Vertical Social de Credicorp.

Para avanzar hacia una inclusión financiera real, es importante tener en cuenta tres

factores:

● Educación financiera y digital: el uso de herramientas digitales requiere tanto

acceso como comprensión. Las personas deben saber cómo proteger su


Datos elaborados por Grupo Crédito para uso interno


información, entender los términos de un crédito, identificar fraudes y tomar

decisiones informadas sobre ahorro e inversión. Esta alfabetización es clave para

que los nuevos usuarios pasen del acceso al uso efectivo y seguro de estos

productos. Sin educación financiera, incluso las mejores plataformas pueden

volverse inaccesibles en la práctica.

● Acceso a crédito para segmentos históricamente excluidos: hoy en día existen

entidades como Mibanco, que han comenzado a ofrecer microcréditos digitales a

través de modelos alternativos de evaluación. Estos productos han llegado a

trabajadores informales, vendedores ambulantes, pequeños comerciantes y familias

rurales. La digitalización ha permitido que este tipo de soluciones se ofrezcan de

forma rápida, remota y con montos adaptados a la realidad de cada usuario,

abriendo nuevas posibilidades de inclusión financiera con impacto real en la

economía cotidiana.

● Incorporación de productos de inversión y ahorro accesibles: la digitalización

ha permitido que muchas personas comiencen a ahorrar e invertir desde montos

muy bajos, sin necesidad de trámites presenciales ni experiencia previa. Hoy es

posible automatizar el ahorro, fijar metas financieras o diversificar inversiones

directamente desde el celular. Este tipo de soluciones, que hasta hace poco

parecían exclusivas de segmentos bancarizados o de altos ingresos, se están

ampliando a nuevos públicos. Un ejemplo de ello es Tyba, una plataforma que ha

facilitado el acceso a productos de inversión desde un dólar, con interfaces sencillas

y orientación digital. Estas herramientas no solo promueven el uso activo del sistema

financiero, sino que ayudan a cerrar brechas de bienestar económico a mediano y

largo plazo.

Para que este ecosistema funcione de forma inclusiva, tenemos que ir más allá de lanzar

diversas plataformas. Es fundamental trabajar en educación, fortalecer la regulación que

proteja a los usuarios y diseñar servicios pensados para quienes han estado históricamente

excluidos. Si no se acompaña este proceso con políticas públicas ambiciosas, la

digitalización corre el riesgo de profundizar desigualdades en lugar de cerrarlas.

“Colombia tiene la oportunidad de aprender de modelos como el brasileño, pero también de

ir más allá. La clave no está en replicar una herramienta, sino en construir un sistema

financiero digital accesible, seguro y útil para todos. La tecnología ya está disponible. El reto

ahora es hacerla funcionar para quienes más la necesitan” finalizó Catalina Morales de

Credicorp.

Digitalización financiera en Colombia: ¿cómo democratizar el acceso a productos financieros?
ACIS 11 de septiembre de 2025
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