- A nivel mundial, aproximadamente 2.200 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual evitable.
- En Colombia, el acceso a servicios de salud visual es limitado: solo el 35 % de los pacientes en áreas urbanas se someten anualmente a un examen visual, cifra que disminuye al 10 % en zonas rurales.
- La IA se enmarca en un modelo de atención basado en valor, que facilita la detección temprana y el análisis predictivo de enfermedades maculares.
Bogotá, octubre de 2025. A nivel mundial, se estima que aproximadamente 2.200 millones de personas viven con alguna forma de deficiencia visual evitable, un desafío para los sistemas de salud que exige la creación de estrategias para prevenir y abordar estas afecciones. En este contexto, la inteligencia artificial (IA) está revolucionando el modelo de valor de la atención en salud visual al abrir nuevas posibilidades para el diagnóstico oportuno y el tratamiento de enfermedades maculares como la degeneración macular asociada con la edad (DMAE) y el edema macular diabético (EMD), dos de las principales causas de ceguera en el mundo.
Las enfermedades maculares son un grupo de patologías que afectan la parte central de la retina, conocida como mácula, responsable de la visión central y detallada, que permite leer o reconocer rostros. Entre las más comunes se encuentran la DMAE, la principal causa de pérdida de visión permanente en adultos mayores y el EMD, una complicación de la diabetes que genera acumulación de líquido en la mácula, afectando a personas en edad laboral y convirtiéndose en el principal factor de ceguera en pacientes diabéticos.
En Colombia, la discapacidad visual se ubica entre las principales causas de años vividos con alguna limitación: ocupa el octavo lugar en personas de 50 a 69 años y asciende al cuarto lugar en quienes tienen 70 años o más, lo que subraya la urgencia de abordar esta problemática desde una perspectiva de salud pública, destacando la necesidad de una intervención efectiva y oportuna, dadas las limitaciones que enfrenta esta población en su desarrollo físico, cognitivo, laboral y social.
Sin embargo, el acceso a los servicios de salud visual en el país es limitado: solo el 35 % de los pacientes en áreas urbanas se someten anualmente a un examen visual, cifra que disminuye al 10 % en zonas rurales, debido a la escasez de especialistas e infraestructura adecuada para realizar diagnósticos tempranos y brindar tratamientos oportunos.