Bogotá, mayo 2025 –– El comercio electrónico en América Latina ha experimentado un
crecimiento notable en los últimos años, impulsado por el mayor acceso a internet, el uso de
dispositivos móviles y una creciente confianza en las compras en línea. Esto la ha consolidado
como una de las regiones con mayor potencial en este sector. Sin embargo, su desarrollo aún
enfrenta barreras frente a mercados más avanzados como China, que ha construido un
ecosistema digital sofisticado donde logística, tecnología y experiencia de usuario se integran
para generar fidelización y comunidad.
Este contraste cobra aún más relevancia si se considera la relación comercial cada vez más
estrecha entre China y América Latina. Según la Cepal, entre 2000 y 2022 el comercio bilateral
se multiplicó por 35, frente a un aumento de apenas 4 veces en el comercio total de la región
con el resto del mundo.
De acuerdo con Steffy Hochstein, directora digital de another, agencia de comunicación
estratégica con la mayor oferta de servicios en América Latina, Occidente tiene varias lecciones
que aprender de Oriente en cuanto a comercio electrónico, un sector en constante evolución que
exige adaptarse cada día.
En este sentido, la experta comparte cuatro lecciones clave que Latinoamérica debe aprender
sobre el e-commerce de China:
1. Una infraestructura logística robusta
Uno de los grandes diferenciadores del e-commerce chino es su infraestructura logística
altamente eficiente, capaz de garantizar entregas rápidas a gran escala. En contraste, la región
latinoamericana aún enfrenta limitaciones logísticas que elevan los costos y generan demoras
significativas.
Esta diferencia se vuelve aún más relevante si se considera el volumen del intercambio
comercial: según la Administración General de Aduanas de China, en 2024 el comercio bilateral
entre China y América Latina y el Caribe alcanzó los 518.467 millones de dólares, con
importaciones que superaron los 241.460 millones. Mejorar la infraestructura regional no solo
impulsaría el comercio interno, sino también facilitaría el aprovechamiento de estas relaciones
comerciales ya consolidadas.
2. La integración de pagos digitales es esencial para la conversión
China ha liderado la transformación digital de los pagos electrónicos, eliminando en gran medida
el uso del efectivo. América Latina, aunque ha avanzado en este aspecto con soluciones
bancarias digitales, aún enfrenta barreras de bancarización y confianza del consumidor en
métodos de pago digitales.
En Colombia, los indicadores de años pasados muestran una fuerte aceleración en la adopción
de medios de pago en línea. No obstante, según una investigación del Banco de la República, el
79% de los pagos en el país todavía se hacen con efectivo, evidenciando una brecha en la
implementación de soluciones electrónicas.
“Para acelerar la penetración del e-commerce en América Latina, es crucial que las plataformas
ofrezcan mecanismos de pago flexibles y seguros que inspiren confianza en los consumidores,
lo cual ya está ocurriendo en varias regiones, pero no en todas”, comenta Hochstein.
3. Estrategias de precios competitivos y descuentos masivos
Los marketplaces chinos han perfeccionado la estrategia de precios agresivos mediante
promociones relámpago y descuentos masivos. Estas plataformas han logrado conquistar
mercados internacionales con modelos de venta basados en precios competitivos y economías
de escala.
De acuerdo con la experta, los retailers en América Latina deben aprender a jugar con la
percepción del valor y ofrecer descuentos inteligentes sin afectar su rentabilidad. Además,
muchas empresas necesitan colaborar con agencias de comunicación y marketing con la
experiencia para lograr estrategias de esta magnitud.
4. Innovación y uso de inteligencia artificial para personalización
El uso de la IA en el e-commerce chino ha permitido una personalización sin precedentes en la
experiencia del usuario. Los algoritmos de las principales plataformas analizan datos en tiempo
real para ofrecer recomendaciones precisas y optimizar la conversión de ventas.“La clave para
fidelizar clientes está en la hiperpersonalización de la experiencia de compra, y América Latina
debe avanzar en ese camino”, sostiene Hochstein.