Colombia está dando pasos decisivos hacia la sostenibilidad al trabajar para alcanzar el
ambicioso objetivo de que el 70% de su energía provenga de fuentes renovables para
2030. En este marco, el país se ha comprometido a aportar 4 GW de energía renovable a
su matriz energética, con un enfoque especial en la energía solar, un recurso de gran
potencial debido a la ubicación geográfica del país, cerca del ecuador, como lo confirma
un informe de Mordor Intelligence.
En este camino hacia un futuro más verde, empresas colombianas están liderando la
transición energética con ejemplos de innovación empresarial. D’Luchi, Kaba y La
Receta, marcas creadas por la emprendedora Luisa Chimá, se han sumado con decisión a
la revolución verde mediante la instalación de un sistema de paneles solares que cubre el
100% de la demanda energética de sus operaciones.
Gracias a la instalación de 90 paneles solares, estas empresas han logrado una notable
reducción de su huella de carbono, evitando la emisión de 53.2 toneladas de CO2 al año,
lo que equivale a lo que producen 11 vehículos de pasajeros en todo un año, o a la
cantidad de más de 2.600 árboles absorbiendo CO2 durante ese mismo tiempo. Este
paso es solo una parte de su estrategia integral de responsabilidad ambiental, que también
incluye el uso de envases biodegradables y la reutilización de aguas tratadas en sus
unidades sanitarias.
“Llevábamos mucho tiempo buscando hacerlo realidad y este momento fue el perfecto
para materializarlo. Tener nuestra propia planta, laboratorio y equipo administrativo nos
permitió dar el paso hacia una energía más limpia y responsable con el medio ambiente”,
señala Chimá, quien ha transformado sus marcas en referentes de sostenibilidad en el
país.
La apuesta de estas empresas no es solo un gesto de compromiso con el medio ambiente,
sino una respuesta urgente a los retos globales del cambio climático. En un país que está
viviendo un momento crucial en su desarrollo sostenible, iniciativas como estas
demuestran que un modelo de negocios más ecológico no solo es posible, sino que ya
está tomando forma en Colombia. Apostar por la sostenibilidad no solo es un acto
responsable, sino también una oportunidad para crear un futuro más justo y verde para
todos.