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Colombia se consolida como referente en energía solar distribuida en la región con un crecimiento acelerado en los últimos dos años

15 de diciembre de 2025 por
Colombia se consolida como referente en energía solar distribuida en la región con un crecimiento acelerado en los últimos dos años
ACIS

Bogotá, 15 de diciembre  de 2025. El sector energético en Colombia ha sido determinado por la variabilidad climática, dejando claro la vulnerabilidad de depender únicamente de hidroeléctricas, lo que aumenta la urgencia de diversificar la matriz. Adicionalmente, la demanda eléctrica continúa creciendo de forma acelerada, según datos de XM, administradora y operadora del Sistema Interconectado Nacional, en agosto del 2025 el país consumió 7.212,14 GWh, un 3,83 % más que el mismo mes del año anterior.


Este crecimiento en la demanda eléctrica coincide con una aceleración en la creación y funcionamiento de proyectos solares, los cuales, se han convertido en una alternativa para aumentar la capacidad instalada, disminuir pérdidas en el sistema y fortalecer la resiliencia energética frente a fenómenos climáticos como El Niño. Este auge lo revelan los datos: En 2023, el país apenas contaba con 4 proyectos de menos de 100 kW. Para 2024, la cifra saltó a 31 Minigranjas un crecimiento del 675 % y en 2025 alcanzó las 72 instalaciones de generación distribuida registradas en XM, lo que representa un crecimiento del 1,700% en solo dos años.


El avance de las Minigranjas no es casual, dado que Colombia cuenta con condiciones naturales excepcionalmente favorables para el desarrollo solar. Con una radiación promedio superior a 4,5 kWh/m² diarios, según el IDEAM, el país se posiciona entre los territorios con mayor potencial solar de la región. Esta ventaja resulta relevante al compararse con otros países latinoamericanos que hoy exhiben una mayor penetración de energías renovables, pese a contar con un recurso solar inferior.


Un ejemplo claro es Uruguay, cuya matriz eléctrica supera ampliamente el 90 % de generación renovable apoyándose principalmente en eólica e hidráulica, o Chile, que ha logrado escalar su capacidad solar y eólica de forma acelerada, incluso en zonas con radiaciones promedio más bajas que las de amplias regiones colombianas, demostrando que el liderazgo renovable no depende únicamente del recurso, sino de la capacidad de ejecución y del diseño del sistema. 


En este contexto, la combinación de una radiación solar alta con modelos ágiles y distribuidos como las Minigranjas, respalda una oportunidad real para que Colombia amplíe su oferta eléctrica limpia en tiempos significativamente más cortos que los requeridos por los proyectos centralizados tradicionales, permitiendo que nueva capacidad entre en operación en cuestión de meses y no de años.


“El crecimiento de la energía solar en Colombia ha traído consigo una mayor participación de nuevos actores y con ello una competencia cada vez más dinámica. Este escenario es positivo para el país porque impulsa la calidad y la eficiencia de los proyectos. Desde Unergy estamos orgullosos de liderar este cambio, destacando que las 10 Minigranjas solares más productivas de Colombia son nuestras, con el 36.3 % de la generación total del segmento en el país, operando proyectos que son en promedio un 53 % más eficientes”.  afirma Eduardo Ospina, cofundador y CEO de Unergy.


Algunas Minigranjas de Unergy 

El desempeño de Minigranjas como Ibirico, La Puya, La Inglesa o Gandalf, sostiene que la generación distribuida ya no es marginal, sino un componente real del sistema eléctrico y un camino viable para democratizar el acceso a energías limpias.  Estos proyectos demuestran que es posible combinar buena selección de ubicaciones, tecnología adecuada y operación eficiente para impulsar la transición energética en corto tiempo: una Minigranja de 1 MW puede construirse en pocos meses, frente a los largos tiempos de desarrollo de los parques centralizados, lo que las convierte en una herramienta clave para acelerar la transición energética.


Un 2026 clave para resolver cuellos de botella y fortalecer la transición energética


Retos como la  falta de financiación, tiempos de conexión, la capacidad limitada en algunos puntos de la red y la tramitología asociada a permisos y licencias, seguirán latentes.  En esa línea, se puede definir que la regulación también atraviesa una fase de transición porque, si bien existe un marco que habilita la autogeneración y la generación distribuida, todavía se requieren ajustes para agilizar procesos y facilitar la integración de nuevos proyectos.


“Más allá de la aportación energética, las Minigranjas solares generan efectos concretos en los territorios. Cada instalación evita alrededor de 200 toneladas de CO₂ al año, impulsa empleo local y transforma terrenos que antes no tenían uso productivo. Con más de 20 proyectos en operación, esto se refleja en cerca de 4.000 toneladas de CO₂ evitadas anualmente, alrededor de 600 empleos creados y avances en modelos agrovoltaicos que complementan la economía de las comunidades”, señala Ospina.


Colombia no solo avanza en capacidad instalada, sino en un cambio de paradigma. El crecimiento sostenido de las Minigranjas Solares,  con el potencial de desarrollar hasta 2.500 de ellas en los próximos años, refleja una transición hacia un sistema eléctrico más flexible, distribuido y adaptado a las realidades del territorio.  


Con la urgencia de ampliar la oferta eléctrica limpia en tiempo récord, más la presencia de proyectos con desempeño sobresaliente y la llegada de inversión internacional; el país se consolida como un escenario fértil para escalar este modelo y profundizar su rol como referente en energía solar distribuida en América Latina.

Colombia se consolida como referente en energía solar distribuida en la región con un crecimiento acelerado en los últimos dos años
ACIS 15 de diciembre de 2025
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