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Automatizar o quedarse atrás: la decisión crítica que enfrentan las pymes en Colombia

2 de septiembre de 2025 por
Automatizar o quedarse atrás: la decisión crítica que enfrentan las pymes en Colombia
ACIS

En el país, donde más del 80% de las pequeñas y medianas empresas no sobreviven más

de cinco años, la presión por optimizar costos y adaptarse al entorno digital se ha vuelto

una cuestión de supervivencia. Hoy, las compañías enfrentan una decisión estratégica:

adoptar inteligencia artificial (IA) para automatizar tareas y decisiones, o quedarse

rezagadas en un mercado cada vez más competitivo.

Y la transformación ya está en marcha. Según cifras de MinTIC, cerca del 63% de las

pymes aumentaron su inversión en herramientas digitales durante el último año, pero solo

1 de cada 5 ha comenzado a integrar tecnologías de IA en sus operaciones. Este rezago

representa una oportunidad latente.

“Esta tecnología permite a las empresas tomar decisiones más rápidas y certeras, sin tener

que crecer en estructura. Es como tener un analista, un asesor comercial y un contador

trabajando en segundo plano las 24 horas del día”, explica Hernán Rodríguez, docente

de Inteligencia Artificial en Infinited Areandina.

Desde Bogotá, Medellín hasta Barranquilla o Bucaramanga, unidades productivas

medianas y pequeñas ya están usando agentes inteligentes para automatizar tareas

repetitivas, reducir errores contables y personalizar la atención al cliente. Por ejemplo,

recientemente fue noticia como un restaurante en Pereira automatizó sus reservas a través

de un chatbot conectado a WhatsApp; o una ferretería en Cali implementó análisis

predictivo para anticipar su demanda por temporada y evitar quiebres de stock.

Los casos se multiplican. “La transformación digital ya no es opcional. Las pymes que

entienden esto y comienzan a integrar IA, por pequeña que sea la aplicación, logran una

ventaja clara frente a sus competidores”, advierte Rodríguez.

Lo que usted necesita saber antes de delegar tareas a la inteligencia artificial

Muchas herramientas están disponibles hoy bajo modalidad software como servicio

(SaaS), con costos mensuales accesibles y sin necesidad de contratar desarrolladores.

Algunas funcionan con lógica no-code o low-code, lo que permite a los equipos sin

experiencia técnica utilizarlas con facilidad.

Pero antes de invertir, es importante identificar procesos repetitivos, de alto volumen o

propensos a errores. Esto puede incluir desde responder preguntas frecuentes hasta

gestionar facturación, analizar bases de datos de clientes o clasificar correos electrónicos.

Con un objetivo claro (por ejemplo: reducir tiempos de respuesta en un 40% o disminuir


errores contables en un 70%), se pueden implementar pilotos que demuestren retorno de

inversión en pocas semanas.

“Es un error pensar que la IA es sinónimo de reemplazo laboral. En realidad, libera a los

equipos de tareas rutinarias para que puedan enfocarse en lo que realmente aporta valor.

Potencia el talento humano, no lo elimina”, enfatiza el docente de Infinited Areandina.

Entre los beneficios más reportados por las empresas que ya la usan están:

 Ahorro de tiempo y aumento de productividad del personal.

 Reducción de errores financieros y operativos.

 Incremento en conversiones de ventas gracias a la personalización.

 Mejor experiencia del cliente gracias al soporte automatizado 24/7.

Eso sí, la adopción de este recurso ‘tech’ exige responsabilidad. Existen riesgos como el

uso de datos mal estructurados, decisiones sesgadas o dependencia excesiva de los

algoritmos sin supervisión humana. Una recomendación clave es mantener siempre un

componente humano en la validación de decisiones críticas, y elegir proveedores con

estándares de seguridad y privacidad adecuados.

“El mayor riesgo es creer que todo lo que dice un algoritmo es correcto. La IA debe ser

supervisada, auditada y adaptada constantemente. Una pyme debe combinar inteligencia

artificial con inteligencia empresarial”, subraya Rodríguez.

La acción más peligrosa es no actuar

En un entorno donde la eficiencia ya no es una opción sino una necesidad, las pymes

colombianas tienen en las tecnologías emergentes unas herramientas poderosas,

concretas y accesibles. No se necesita un gran presupuesto ni un equipo de ingenieros

para comenzar: lo que se requiere es claridad sobre los procesos a optimizar, apertura al

cambio y disposición para aprender.

Capacitar al equipo, elegir una herramienta sencilla y comenzar con un piloto son pasos

alcanzables para cualquier negocio. En la economía digital, la acción más peligrosa es no

actuar.

“La IA democratiza la innovación. Hoy, una ferretería de barrio puede competir con

cadenas nacionales si sabe usar bien sus datos y automatizar con inteligencia. El reto no

es tecnológico, es mental”, concluye Rodríguez.

La inteligencia artificial ya no es ciencia ficción ni patrimonio exclusivo de Silicon Valley.

Para las pymes colombianas, es una oportunidad concreta para crecer, sobrevivir y liderar

su mercado. Y el momento de adoptarla no es mañana. Es ahora.

Automatizar o quedarse atrás: la decisión crítica que enfrentan las pymes en Colombia
ACIS 2 de septiembre de 2025
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