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Aumentan las temperaturas el Caribe: análisis de Areandina advierte cambios drásticos en el clima

1 de julio de 2025 por
Aumentan las temperaturas el Caribe: análisis de Areandina advierte cambios drásticos en el clima
ACIS

Las evidencias son contundentes: la Costa Caribe colombiana está atravesando un proceso

acelerado de variabilidad climática que ya deja sentir sus efectos en el día a día de sus

habitantes. A diferencia de lo que se creía hace décadas —cuando los comentarios sobre

el “calor sofocante” o el “sol más fuerte” eran atribuidos a la percepción de los mayores—,

hoy la ciencia confirma que los cambios en el clima son reales, medibles y cada vez más

preocupantes.

Un análisis liderado por Antonio Rudas Muñoz, director del programa de Ingeniería

Ambiental de Areandina, sede Valledupar, revela que la temperatura media anual en

la región ha venido en aumento de forma sostenida. Para llegar a esta conclusión, Rudas

tuvo en cuenta los registros climáticos de más de 40 años, liberados por el Instituto de

Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), a través de su sistema

de datos abiertos.

“Para destacar, en algunos sectores del sur de Valledupar, por ejemplo, el incremento de

la sensación térmica supera los 3 grados centígrados (°C), llegando hasta los 37 y 38 °C.

Esto rompe todos los pronósticos internacionales”, explica.

Las cifras resultan aún más inquietantes cuando se observa el comportamiento de

estaciones como la ubicada en el corregimiento de Guaymaral, al sur de la ciudad, que

hoy registra las temperaturas más altas del país, rozando los 40 °C. “Además, se identificó

un corredor de alta aridez entre los municipios de Valledupar, Bosconia, Agustín Codazzi y

El Paso, en el Cesar, comparable con los niveles observados en La Guajira”, agrega el

docente de Areandina.

Ecosistemas transformados y suelos en crisis

El análisis advierte que el origen de esta transformación climática no se puede entender

sin revisar el impacto de las actividades humanas en el territorio. Desde mediados del siglo

XX, tras el auge de cultivos industriales como el algodón, se desmontaron extensas zonas

de bosque seco tropical, ecosistema fundamental para el equilibrio climático en la región.

Este proceso de deforestación masiva afectó la capacidad del suelo para almacenar agua,

regular la temperatura y capturar CO₂. Hoy, esos terrenos —convertidos en áreas de uso

agropecuario intensivo— muestran altos niveles de degradación y desertificación.

“Hemos destruido el ecosistema que nos protegía del calor. El bosque seco tropical era

una barrera natural contra la aridez, pero su desaparición ha dejado al territorio

completamente expuesto”, advirtió Rudas.


Pero no se trata solo de la pérdida de vegetación. La degradación del suelo y la liberación

creciente de gases de efecto invernadero a nivel global intensifican el problema. Aunque

Colombia no es un gran emisor de CO₂, es uno de los países más vulnerables al impacto

del cambio climático.

Adaptarse para resistir: cuatro recomendaciones para enfrentar las altas

temperaturas

1. Usar semillas resistentes al clima seco, fomentar huertas urbanas y rurales, y aplicar

insumos orgánicos para el control de plagas.

2. Realizar la transición de viviendas convencionales hacia modelos bioclimáticos que

aprovechen la ventilación natural y reduzcan el consumo energético. En el espacio

público, la siembra de árboles nativos se propone como estrategia para atenuar el

calor urbano.

3. Ser más responsables con el gasto o consumo de agua, recurso cada vez más escaso,

que debe ser aprovechado con más eficiencia. Acá es clave, por ejemplo, captar y

reutilizar el agua lluvia, especialmente en techos, que puede convertirse en una

solución práctica para el riego y el consumo no potable.

4. Hay que apostarle a una mayor eficiencia energética, con el uso de electrodomésticos

ahorradores y fuentes renovables como la energía solar.

“Tenemos que transformar nuestra forma de vida. El cambio climático no es una amenaza

futura, es un desafío presente que ya está modificando nuestras condiciones ambientales

y sociales”, concluyó el Rudas.

Finalmente, al análisis, que pone la lupa sobre una de las zonas más vulnerables del país,

también invita a autoridades, instituciones educativas, comunidades y sectores productivos

a involucrarse activamente en la construcción de un Caribe resiliente, capaz de adaptarse

y sobrevivir a los cambios que impone el nuevo clima.

Aumentan las temperaturas el Caribe: análisis de Areandina advierte cambios drásticos en el clima
ACIS 1 de julio de 2025
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