● La imposición de nuevos aranceles a los vehículos de combustión sería un error
estratégico que encarecería los costos para los consumidores y frenaría la transición
hacia tecnologías limpias.
● Asopartes recalcó que la movilidad eléctrica debe construirse sobre incentivos y no
sobre impuestos, y propuso medidas concretas como la reducción de aranceles,
rebajas en peajes, descuentos en parqueaderos e incentivos tributarios para
acelerar la adopción de carros y motocicletas eléctricas.
Bogotá, diciembre de 2025. El debate sobre la movilidad sostenible tomó un nuevo
impulso este año con la llegada de más modelos híbridos y eléctricos al país, una
tendencia que refleja la evolución del mercado automotor pero que también
evidencia brechas persistentes en regulación, infraestructura de carga y acceso
para los consumidores. En medio de este escenario, el borrador de decreto del
Gobierno Nacional que propone aumentar aranceles a los vehículos de combustión
encendió alertas en el sector de autopartes, que advierte impactos directos en los
precios al consumidor y en la competitividad de la industria.
“Todos los colombianos terminaríamos pagando más impuestos y mayores costos.
Estas políticas de reindustrialización y economías verdes ya demostraron que no
funcionaron. Si queremos avanzar hacia tecnologías limpias, debemos hacerlo con
incentivos al comprador, no con barreras comerciales”, afirmó Carlos Andrés Pineda
Osorio, presidente ejecutivo de Asopartes.
El gremio sostiene que, aunque la transición energética es un objetivo inaplazable,
su ejecución debe ser ordenada, técnica y económicamente viable. Para Asopartes,
la estrategia adecuada no es restringir la oferta de vehículos tradicionales, sino
promover un ecosistema de incentivos que estimule la adopción de tecnologías
limpias sin castigar a los consumidores ni a la industria.
“Un país competitivo no se construye sobre impuestos, sino sobre productividad.
Colombia necesita una transición ordenada hacia la movilidad sostenible, con
incentivos reales al comprador y un ecosistema empresarial sólido”, subrayó Pineda.
Desde el ángulo técnico, Asopartes advierte que el aumento en vehículos híbridos y
eléctricos requiere una transformación profunda en el mercado posventa:
disponibilidad de repuestos de alta tecnología, talleres capacitados y una red
logística preparada. El gremio recuerda que la electromovilidad no se impulsa solo
con ventas, sino con una cadena posventa capaz de garantizar mantenimiento
especializado, repuestos certificados y diagnósticos avanzados.
En ese propósito, la entidad ha fortalecido alianzas con el SENA, instituciones
educativas y fabricantes internacionales para ampliar la oferta de formación técnica
en electromecánica, análisis de software vehicular y sistemas de alta tensión.
También trabaja de manera articulada con marcas del top 10 mundial en
componentes eléctricos y electrónicos para robustecer la cadena de suministro del
país.
Estos esfuerzos se evidenciaron en Expopartes Cúcuta 2025, que cerró con más de
2.500 visitantes profesionales de los cuales más de 350 empresarios venezolanos,
mas de 60 empresas expositoras, más de 150 marcas y expectativas de negocio
superiores a US$22 millones. La feria que duplicó los resultados de su edición 2023,
se consolidó como el principal encuentro del comercio automotor en el nororiente
del país y en la frontera colombo-venezolana, destacando el papel de la región en el
abastecimiento y la formalización del sector motriz.
Mientras el mundo avanza hacia la electromovilidad, Asopartes insiste en que
Colombia necesita una política pública moderna y estable, basada en incentivos y
no en castigos, que promueva la formalización, respalde la inversión empresarial y
reconozca el rol estratégico del sector posventa como columna vertebral de la
movilidad, el empleo técnico y la transición energética en el país.