EL PRIMER CALCULADOR ELECTRÓNICO DE LA HISTORIA

En 1943 la Universidad de Pennsylvania propone al Ejército de los Estados Unidos la realización de una máquina capaz de resolver, a alta velocidad, los problemas balísticos de la artillería.

Proyectado por J. Presper Eckert, John W. Mauckly y Herman H. Goldstine, el calculador empieza a funcionar en febrero de 1946 con el nombre de ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computer) y es empleado para ejecutar, además de los cálculos balísticos para los dispositivos de tiro, otros trabajos científicos que van desde el estudio de los rayos cósmicos hasta la investigación sobre energía atómica.

En el ENIAC se eliminan todas las partes mecánicas en movimientos que representaban los números con contadores a rueda y se sustituyen con tubos al vacío, que se activan mediante impulsos electrónicos y que indican las varias cifras según el propio estado de mayor o menor conducción de los bulbos.

Dado que los impulsos electrónicos se mueven millares de veces más rápido que un dispositivo electromecánico, el ENIAC está en condiciones de efectuar más de 300 multiplicaciones por segundo, velocidad sin comparación en los calculadores electromecánicos más perfeccionados. El primer calculador electrónico en la historia emplea 18,000 bulbos electrónicos, pesa más de 30 toneladas y ocupa una superficie de 180 metros cuadrados.

Este primer calculador electrónico es construido para desarrollar esencialmente un trabajo único: los cálculos relativos a las trayectorias balísticas. Para prepararlo para resolver un problema diferente, es necesario modificar manualmente la posición de los diversos interruptores y las conexiones de los cables eléctricos, empleando muchas personas por varios días.


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