CONTENIDO Para aumentar el número de datos registrados en cada tarjeta, Hollerith elige la dimensión del billete de un dollar americano (el formato estándar utilizado hasta hoy en día en todas las tarjetas), y cambia las dimensiones y posiciones de los agujeros.


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La Máquina para Tarjetas Perforadas

En los primeros años de este siglo Herman Hollerith viaja incansablemente por América y Europa para promover la idea de su máquina de tarjetas perforadas que permite organizar y clasificar veloz y económicamente grandes cantidades de datos.

De 1900 a 1940, estas máquinas son modificadas y perfeccionadas y, sobre todo, se hacen más veloces. Se desarrollan nuevas máquinas basadas en los mismos principios, capaces de ejecutar, cada una, determinadas operaciones pon la tarjeta perforada.


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Números y Letras

Las máquinas de registro unitario, o máquinas a base de tarjeta perforada, están en condiciones de reproducir los datos introducidos, de clasificarlos, subdividirlos, sumarlos, restarlos, multiplicarlos o dividirlos. Pueden efectuar comparaciones y búsquedas, preparar resúmenes y prospectos, perforar sobre una tarjeta los resultados de sus propias operaciones e incluso imprimirlas.

Los datos son aceptados y emitidos por la máquina no solamente bajo la forma de números, sino también de letras, permitiendo así al personal no especializado una comprensión más fácil de los resultados y de la información.


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Una Economía en Crecimiento

El rápido crecimiento de las empresas, el aumento de las tares confiadas a los agentes públicos, el desarrollo de la industria y de la economía, sobre todo en los Estados Unidos, requieren de nuevos instrumentos contables y organizativos.

El aumento de las dimensiones de las empresas crea la exigencia de disponer en forma rápida de una documentación cada vez más amplia. El valor de las máquinas a base de tarjeta perforada para resolver los problemas del mundo comercial y productivo, está en su capacidad de reducir los archivos y la correspondencia, ya de por sí demasiado voluminosos, y obtener en tiempos más cortos resultados más precisos y la disminución de costos para conocer, en cada momento, la situación exacta en se encuentra la empresa.

Además, la máquina de tarjeta perforada no sólo mecaniza trabajos antes desarrollados manualmente sino que emprende el desarrollo de otros hasta entonces imposibles, como el análisis de los costos y de las ventas. Las primeras en utilizar las máquinas a base de tarjeta perforada son las empresas encargadas de recolectar y elaborar grandes cantidades de información: las compañías telefónicas, para registrar y cobrar las llamadas; los ferrocarriles, para controlar el transporte mercancía; las sociedades de seguros, para efectuar las estadísticas de mortalidad y accidentes.


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La Tarjeta Perforada

En el año 1928, aún manteniendo la dimensión del billete de un dólar, la capacidad de la tarjeta para contener información casi se duplica y las columnas crecen de 45 a 80. Los agujeros toman una forma rectangular y cada columna puede tener uno o más agujeros, los que representan un número, una letra o un carácter especial (un asterisco, un paréntesis, etcétera).

La segunda de las particulares aplicaciones de las tarjetas, se logra al subdividirla de manera diferente mediante líneas verticales, y pueden también emplearse colores para que sean más fácilmente reconocibles ciertas zonas.

Para aumentar la cantidad de información archivada en una tarjeta, se recurre a ¨códigos¨; por ejemplo, para identificar productos, se emplean números pre-establecidos en lugar de los nombres de los productos mismos, que pueden ser notablemente largos.


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