CÓMO LA ELECTRÓNICA ENTRÓ A LA AVENTURA DE CONTAR NÚMEROS
ANTECEDENTES
Las primeras máquinas contabilizadoras fueron completamente mecánicas, pues los
científicos de los dos siglos anteriores, no existiendo todavía la magia de la electricidad, no
encontraban otro medio de contar, básicamente de sumar, que la de representar los números
por medio de engranajes. Por lo general una máquina de contar del siglo pasado, era un
complejo de engranajes de diez dientes, cada uno de los cuales representaba las unidades,
decenas, centenas, etc.
Hacia 1850 ya se utilizaban tarjetas perforadas, las cuales se "leen" mecánicamente por
medio de agujas que van insertándose en busca de agujeros, y se va llevando a mano las
cuentas de ellos.
Pero a fines del siglo XIX ocurrió la magia que vino a cambiar de todo a todo la vida del
planeta, y también por supuesto la vida de las matemáticas.
Esa magia inesperada fue la aparición de la energía eléctrica, que puso en las manos de la
humanidad un poder que nunca se imaginó.
Para 1890 y con motivo del censo de población norteamericana, se utilizan tarjetas
perforadas que se leen por medio de agujas accionadas eléctricamente, que van contando a
una máquina tabuladora.