LA ¨FABRICA DE LA INFORMACIÓN¨
El procesador electrónico numérico no es solamente una máquina para calcular, sino que es un equipo que trabaja con una materia prima en particular: millares o millones de datos. Los organiza, los transforma, los elabora, creando así nueva información en tiempos muy reducidos, del orden de un milésimo a un millonésimo de segundo, según lo permitido por los dispositivos electrónicos empleados. Se puede decir que es una ¨fábrica¨ de información, capaz de desarrollar tareas que ninguna máquina en el pasado había podido lograr.
Si se producen en el procesador dos números, el procesador puede surtir, como información, el resultado de la multiplicación entre los dos números; pero si, por ejemplo, la información introducida es una serie de textos literarios, la máquina puede dar como producto final el elenco de las palabras usadas con más frecuencia por el autor.
La novedad revolucionaria con respecto a las máquinas de cálculo del pasado es la capacidad del procesador electrónico de tomar decisiones lógicas; el procesador puede entonces conducir un análisis sobre cualquier información introducida y, sobre esta base, efectuar una operación en vez de otra. Lógicamente, esto es posible sólo si el hombre ha comunicado previamente a la máquina cómo se tendrá que comportar en los diferentes casos posibles.