La Superintendencia de Industria y Comercio concedió a la Universidad Pontificia Bolivariana y a la Fundación Universitaria María Cano dos registros de patente de invención como resultado de más de ocho años de trabajo en el diseño de vestuario de alta complejidad, con el que se busca solucionar, de manera directa y específica, necesidades funcionales de los deportistas.
Se trata de un traje y un guante diseñados, en principio, para gimnastas, con el objetivo de minimizar el riesgo de lesión al realizar sus acciones acrobáticas y brindarles mayor ergonomía y confort. En esta modalidad deportiva, el vestuario debe convertirse en un aliado. Los gimnastas requieren una vestimenta que les permita moverse con la mayor flexibilidad posible, hasta el punto de sentirse desnudos, y que, al mismo tiempo, los proteja de rupturas, desgarres, luxaciones y demás afectaciones físicas, las cuales se presentan, en su mayoría, en las articulaciones: muñecas, rodillas y tobillos.
Los inventores son cuatro docentes de Diseño de Vestuario de la UPB: Blanca Lucía Echavarría Bustamante, Fausto Alonso Zuleta Montoya y Ángela María Echeverri Jaramillo; por otra parte, Lina Marcela Serna Arango, egresada del pregrado. Desde la Fundación Universitaria María Cano, Fanny Valencia Legarda, líder del grupo de investigación Fisioter.
El equipo trabajó en diferentes sistemas de vestuario para suplir requerimientos de género: femenino y masculino, y de los contextos deportivos, ya sean entrenamientos o competiciones. El sistema completo está integrado por guantes, trusa, chaqueta y pantalón tipo sudadera. Estos últimos utilizados, sobre todo, en escenarios de competencia para conservar la temperatura muscular entre presentación y presentación.
La propuesta de diseño brinda a los deportistas:
Aunque los diseños patentados, traje y guante, se probaron inicialmente en gimnastas, los modelos pueden adaptarse a otras prácticas deportivas, entre ellas: natación, pesas o patinaje.
Diferencias que otorgan estas prendas
Este sistema de vestuario está caracterizado por el tipo de costuras y textiles. En el documento de las patentes se explica que, en el caso de las costuras, se definen las líneas musculares para permitir mayor compresión del músculo y que, en ese sentido, se reduzca el riesgo de lesión. Así mismo, con el tipo de acabado de los textiles se logra mantener por más tiempo el calor que es producto de la contracción muscular. La trusa que conforma el sistema, por ejemplo, además de solucionar las necesidades funcionales de los gimnastas, también garantiza su actuación desde una perspectiva estética. Su característica de acabado antifluido, con costuras termoselladas (poco habituales en la fabricación de ropa deportiva), permite la transferencia de la humedad para que el sudor se desplace hacia zonas internas de la prenda. Esto evita que se formen marcas visibles en las axilas, espalda, pecho o zona lumbar.
El guante, por su parte, busca especial protección de dos zonas: las falanges y la muñeca. El diseño está pensado para el recubrimiento de los dedos: índice, medio y anular, que son los que se utilizan para el agarre, y la compresión de la muñeca por medio de una venda extensa que se ajusta según los requerimientos y la morfología de la mano del deportista. Además, cuenta con una almohadilla que amortigua la fuerza ejercida sobre los nudillos.
Con este sistema de vestuario y el anuncio reciente de sus patentes de invención, la academia pone a disposición un modelo de diseño con la capacidad de agregar valor a la producción de prendas deportivas funcionales para necesidades de alta complejidad.
Fuente de redaccion bcw | burson cohn & wolfe
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