Bogotá, febrero de 2025. El nacimiento de la llamada Generación Beta, cuyos
primeros miembros llegarán a partir de 2025, abre un nuevo capítulo en la
historia del consumo y la tecnología. En un mundo donde la inteligencia artificial
alcanza su adopción más estable y las experiencias digitales se confunden con la
realidad, las generaciones anteriores, particularmente los Millennials y la
Generación X, se verán obligadas a adaptar sus hábitos para convivir con esta
cohorte inmersa en un entorno hiperconectado, consciente de la sostenibilidad y
deseosa de autenticidad.
La presencia de la IA en la vida diaria, proyectada para madurar de forma global
hacia 2025 (Gartner), impactará en la manera en que se compran productos, se
accede a servicios e incluso se comparte la vida familiar. Mientras los más jóvenes
demandarán soluciones casi instantáneas y experiencias de realidad sintética con
alto grado de personalización, los Millennials y la Generación X buscarán un
equilibrio entre la eficiencia de estas herramientas y la necesidad de control y
seguridad. De acuerdo con Luis Carlos Chacón, estratega en innovación
empresarial “Este contraste se notará en campos como la educación, donde los
padres explorarán programas de aprendizaje asistido por IA para sus hijos, y en
áreas de consumo en las que la transparencia y la verificación de la información
se volverán obligatorias ante el riesgo de fraudes cada vez más sofisticados”
Por otra parte, el contexto político genera un clima de incertidumbre y saturación
emocional que impulsa a los consumidores a buscar productos y marcas que
transmitan seguridad y confort. La nostalgia opera como un ancla emocional,
pues apelar al pasado o a las tradiciones brinda una sensación de estabilidad en
medio de la turbulencia política. De este modo, las propuestas que evoquen
recuerdos positivos adquirirán mayor atractivo, ofreciendo una suerte de refugio
ante la complejidad sociopolítica.
Un fenómeno que ya se observa en el auge de productos retro y en la búsqueda
de experiencias vinculadas a la historia de marca. Sin embargo, la Generación
Beta traerá consigo expectativas de identidad más fluidas y mayores exigencias
de diversidad e inclusión, retando a empresas y gobiernos a equilibrar la
innovación de la realidad sintética y la inteligencia artificial con la protección de
los derechos digitales y la libertad de expresión.
“Al mismo tiempo, la generación emergente crecerá atenta a los efectos del
cambio climático y a la discusión de políticas de redistribución económica, como
la Renta Básica Universal, cada vez más presente ante la perspectiva de que la
automatización desplace un número significativo de empleos hacia mediados
de la próxima década” añadió Chacón.
La Generación Beta se formará en un escenario marcado por la confluencia de
múltiples fuerzas: la disrupción tecnológica, la evolución acelerada del trabajo y la
necesidad de verificación en un entorno digital repleto de posibles engaños. A la
vez, sus padres y abuelos, influenciados por un fuerte deseo de autenticidad y
seguridad, reforzarán o matizarán tendencias como el resurgir de valores
conservadores, el refugio en la nostalgia y el surgimiento de nuevas élites que
combinan influencia tradicional con sofisticación tecno-digital.
El 2025 se caracterizará por la convergencia de estos factores y por la oportunidad
de que las marcas, los gobiernos y las comunidades encuentren un punto medio
entre la hiperconexión y la esencia humana. En definitiva, la clave estará en
combinar la eficiencia tecnológica con la empatía y la creatividad, todo ello
dentro de un marco de gobernanza flexible que resguarde los derechos, la
estabilidad económica y la sostenibilidad del planeta.
“La forma en que cada generación adopte o confronte estas dinámicas
determinará la relevancia y el éxito de las empresas, así como la solidez del
tejido social y los modelos de consumo que unirán a familias de diferentes
edades en un entorno de continuos cambios.” finalizó el experto.
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Sobre Luis Carlos Chacón
Trabajando en Prospectiva, Estrategia Competitiva, Periodismo, Innovación, Comunicaciones de Marca,
Relaciones Públicas e Investigación de Mercado desde 2002.
Su trabajo de asesoría incluye las operaciones globales de Coca-Cola, Colgate-Palmolive, Unilever, Diageo,
Kellogg's, LVMH, Mars, ABInBev, McDonalds, Microsoft, Netflix, MasterCard, entre otros.
Posgrados en Negocios Globales y Estrategia Empresarial e Innovación, ambos por la Universidad de Oxford.
Columnista de opinión para Forbes desde 2015
Más de cien revisiones de futuros y tendencias en los ámbitos socioeconómico, cultural, de consumo e industrial.
Primer libro: STOP THE TRENDS: Lo que hicimos, omitimos y debemos hacer para lograr un futuro próspero.
Iniciando estudios en Inteligencia Artificial para Negocios en la Universidad de Oxford en 2024, con una beca
por logros de excelencia.