234. Mediante la técnica del ¨time sharing¨ que permite a numerosas personas
usar simultáneamente un gran sistema central a través de terminales, el
procesador llega a casa como el teléfono o el agua potable. En cualquier
momento se puede comunicar con el número telefónico que corresponde al
procesador, y formular sobre el teclado de la terminal el problema que se desea
resolver. En pocos segundos, el sistema, que puede estar a centenares de
kilómetros, imprime la solución pedida por medio de la misma terminal. Se
puede también conversar con el procesador para conocer, modificar o
interrumpir los cálculos que están procesándose. Los servicios de ¨time
sharing¨ que permiten dividir los costos entre diversos usuarios que tienen
necesidad de usar la máquina sólo en ciertos momentos del día, permiten
también a oficinas pequeñas o a profesionales independientes, disponer de la
potencia del procesador para resolver problemas de orden administrativo o
científico, previsión de ventas de un producto, o proyectos de estructuras de
edificios.